Ecosistema | Startups | 20-Nov-24

Venture client: Una herramienta para acelerar la llegada a mercado de las startups foodtech

El potencial de una fórmula que permite acceder a soluciones innovadoras en fases tempranas y conseguir primeras ventas y valioso feedback.

Estefanía Erro Directora de Marketing de CNTA

Según datos del informe Foodtech in Spain. Fostering Collaboration for Sustainable Agri Food Excellence, elaborado por ICEX y presentado a principios de este 2024, en España existen unas 420 startups foodtech. En términos de inversión, las startups españolas foodtech consiguieron un total de 226 millones de euros en 2023. Esto supone una caída de un 15,7% respecto a 2022, mientras que la inversión foodtech en el mundo cayó un 61,9%. Un dato que muestra que el ecosistema foodtech español es resiliente y mantiene su buena salud.

Este ecosistema de startups foodtech, no obstante, comparte un desafío común en la mayoría de los casos: la necesidad de escalar, de pasar de fases iniciales o incipientes a la antesala que lleve sus propuestas a la realidad del mercado. Esa necesidad implica una apuesta por el crecimiento y un aumento de la demanda que puede resultar difícil de abordar. Conseguir ese escalado supone todo un reto, ya que productos innovadores que generan expectación, al mismo tiempo, también pueden crear un choque en potenciales clientes que quizás no se atreven a dar el paso de probar lo desconocido. Hay que arriesgar y arriesgar no es fácil.

En un contexto en el que la innovación de las startups foodtech está contribuyendo a la transformación del sector agroalimentario, se hace aún más importante facilitar que puedan seguir escalando sus desarrollos. Pero, ¿cómo podemos subir ese peldaño que falta? Una herramienta interesante para lograrlo es, sin duda, el venture client. Explicado de forma muy básica, el venture client consiste en que una empresa contrate como proveedor de un servicio o producto a una startup en una etapa temprana de desarrollo.

Pero el venture client va mucho más allá de una simple transacción. La empresa busca una solución con la que hacer frente a su reto y, aún asumiendo un riesgo como cliente, apuesta por el crecimiento de la startup. La startup, encuentra una fórmula para tirar de esa demanda que muchas veces se le resiste, logra facturar por su producto y servicio, y, además, consigue feedback que le permite seguir mejorando su propuesta de valor.

El venture client puede contribuir a hacer crecer y mejorar a las startups, y su papel en la transformación del futuro de la alimentación

Las iniciativas de venture client se presentan pues como una vía con potencial para seguir impulsando la innovación que el ecosistema foodtech tiene sobre la mesa y, muchas veces, no llega al siguiente nivel. Desde CNTA estamos comprobando de primera mano como este modelo de innovación colaborativa es positivo y pude funcionar para las dos partes. Concretamente, en la cuarta edición de nuestro programa de impulso tecnológico a startups, Food (Tech)2 Challengers, hemos puesto en marcha Food (Tech)2 Challengers Club: una herramienta con la que canalizamos oportunidades interesantes de venture client y que ya está reportando beneficios y aprendizajes a varias startups foodtech.

Un ejemplo reciente fue la elaboración del menú innovador ‘Regreso al futuro’, diseñado por el equipo de Baserriberri, el cliente, y para el que se nutrieron de los productos e ingredientes innovadores de diez startups foodtech españolas. Tras un proceso de selección de candidaturas al que se presentaron más de 40 startups, Baserriberri realizó una criba inicial y, con las seleccionadas, un trabajo de ideación y prueba de elaboraciones culinarias que derivó en un menú final con una historia y un concepto único: reinterpretar clásicos de la cocina internacional con un enfoque innovador.

‘Regreso al futuro’ fue servido en el festival gastronómico oríGenes, en Madrid el pasado 19 de septiembre. Decenas de comensales pudieron probar los cuatro pases de este menú y compartir sus sensaciones entre ellos y con las propias startups y el equipo de cocina. Un feedback en un escenario real y tangible que ha servido para aportar nuevos inputs a los emprendedores.

Este ejemplo, que no será el último que podamos vivir a través de Food (Tech)2 Challengers Club, nos muestra que el venture client puede contribuir a hacer crecer y mejorar a las startups, en un momento en el que tienen un papel muy relevante en la transformación del futuro de la alimentación. Puede que no todas esas 420 startups foodtech españolas logren llevar sus desarrollos a mercado, que algunas se queden por el camino. Pero, al menos, contar con una herramienta que les permita avanzar hacia el escalado de sus desarrollos es una oportunidad para que sus ideas innovadoras se hagan realidad.


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