En 2017, una marca de helado probiótico de la compañía Halo Top se convirtió en un auténtico éxito de ventas en Estados Unidos. Se caracterizaba con tener pocas calorías y ser bajo en azúcares, al mismo tiempo que contaba con un nivel de proteínas muy elevado. Unilever ha visto desde entonces cómo Halo Top le ha ganado terreno en el campo de los postres congelados. Hace unos meses su propia marca de helado probiótico, que acaba de ver la luz, y según Welltodo, se llama Culture Republick.
Este paso dado por la multinacional no sólo representa la contestación a Halo Top, sino que también marca el camino de las multinacionales hacia el desarrollo de productos más atractivos y convenientes para el consumidor preocupado por la salud y el bienestar. Además, también forma parte del Plan de vida sostenible de Unilever (USLP), con el que la compañía pretender «ayudar a más de 1.000 millones de personas a tomar medidas para mejorar su salud y bienestar para 2020«.
Un bote del tamaño de una pinta de este helado de Unilever tiene entre 400 y 500 calorías, de 16 a 18 gramos de proteínas y 11 o 12 gramos de fibra. Además, no contiene endulzantes artificiales. Mientras tanto, un bote de Halo Top de sabor vainilla, de 280 calorías, cuenta con 5,8 gramos de azúcar por cada ración. Un bote de Helado Breyers de vainilla, también de Unilever, tiene 290 calorías. Tiene aproximadamente la mitad de calorías y menos azúcar por cada 100 gramos que otros helados parecidos.
Los alimentos probióticos, un sector en crecimiento
En principio, la decisión de incluir probióticos en algunos productos parece bastante inteligente, dado que según un informe de Global Markets Insights de 2016, se espera que la categoría de alimentos probióticos crezca hasta los 64.000 millones de dólares para 2023. No obstante, Unilever se puede enfrentar a cierto rechazo si se tiene en cuenta las implicaciones de hacer más saludable una de las recompensas dulces más populares del mundo, ya que puede no entenderse bien.
Esto se debe a que según una investigación reciente sobre el mercado de helados saludables puso de manifiesto que aunque los ingredientes de este tipo de helados, que proponen por ejemplo sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales, como la stevia, son en su mayoría seguros, no es adecuado sugerir que estos productos pueden consumirse de manera descuidada.
Aún así, desde la compañía apuestan por este tipo de productos, ya que han destacado que «globalmente, las marcas de vida sostenible de la empresa están creciendo un 50% más rápido que el resto de las divisiones«. Además, recuerdan que sólo en 2016, este tipo de productos fueron responsables de más del 60% del crecimiento de la empresa.
Mientras tanto, está por verse si el éxito de Halo Top en 2017 se debió a una anomalía o si el mercado de los helados saludables es realmente la próxima gallina de los huevos de oro en el sector de la alimentación. Por el momento, ha sido el salvavidas para su empresa, creada en 2011 y que en 2015 estuvo a punto de irse a pique.
Pero entre otras cosas, por un rediseño de la marca obligada por una petición de cese y desestimiento de otra compañía, así como a un millón de dólares que consiguió reunir de amigos y familiares con el que consiguió salir a flote, comenzó su escalada. Su creador pudo trabajar con un laboratorio universitario para mejorar la receta de su helado, que cuenta con una veintena de sabores, y hacer que se congelase menos. De ahí a todo un éxito en ventas, que hizo crecer a la empresa un 2.500% en 2016. Pero está por ver si Unilever consigue el mismo éxito con su gama de helados probióticos que Halo Top o no.
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