La impresión de comida en 3D lleva ya un tiempo siendo una de las tendencias más llamativas del ámbito food tech. Mientras algunos piensan que será fundamental en nuestra forma de interactuar con la comida en el futuro, -el microondas del futuro, como propone Foodini– otros lo ven como algo anecdótico que difícilmente alcanzará un mercado masivo. Sin embargo, lo cierto que cada vez se encuentran más y novedosas propuestas que están abriendo el paso de esta tecnología en cualquiera de sus métodos más conocidos (Boquillas, materiales en polvo o granulados y láseres, “el RGB de la impresión de alimentos” según Hod Lipson, Director del Creative Machine Lab de la Universidad de Cornell). Un ejemplo de ello, es la propuesta de Singular Bread, la primera panadería 3D que utiliza esta tecnología para crear picos de pan dirigidos al sector gastronómico más innovador. Ildefonso Hoyo es un ejemplo de emprendedor de libro, garaje incluido. Esta es su historia.
Con un historial de ingeniería a sus espaldas (aeronáutica, renovables), hace tres años Ildefonso Hoyo decidió dejar la empresa en la que trabajaba para dar una oportunidad a una idea que tenía en la cabeza. “En mi contacto profesional con la impresion 3D descubrí mucha tecnología en desarrollo, pero pocos proyectos que resolvieran problemas reales en el tejido económico que me rodeaba”.
Ese fue el germen de Singular Bread, esta startup cordobesa que ha desarrollado y patentado la primera impresora 3D de picos, que es capaz de crear múltiples y caprichosas formas, de forma sencilla, personalizada, rápida y con un coste asequible.
[pull_quote_left]Usamos la última tecnología y los ingredientes más naturales. Son conceptos compatibles[/pull_quote_left]Con recursos propios y en un pequeño garaje familiar, diseñó, primero en planos y luego creando sus propias piezas, la primera impresora 3D de picos. Corría entonces el año 2014. Ya en 2015, llegó el momento de las pruebas. Para hacerlas de forma profesional, Ildefonso comenzó a colaborar con un panadero que le cedió un espacio en su obrador, además de proporcionarle la masa. Tras unos meses de pruebas, cientos de colines, y diferentes formulaciones, a comienzos de 2016, Singular Bread tenía ya un MVP que ofrecer al mercado.
Y algunos se preguntarán, para qué tanta complicación tecnológica para unos simples picos. “El paradigma de la impresión 3D supone un salto cualitativo en este tipo de producto –explica Hoyo. La primera y más importante ventaja es la capacidad de crear casi cualquier forma que se te ocurra. Y además hacerlo de forma personalizada, exclusiva, rápida y a un precio competitivo. En una mañana yo puedo diseñar, probar, y producir un tipo nuevo de pico, y el cliente lo recibe recién hecho. Algo que con los sistemas tradicionales no es posible.” Esos sistemas tradicionales a los que se refiere Hoyo requieren máquinas específicas por cada forma, o costosos moldes, que solo tienen sentido para tiradas masivas, y cuyos ciclos de proceso son infinitamente más largos. “La impresión 3D nos evita desarrollar costosos moldes y el almacenamiento de stocks. Industria 4.0 en el mundo del pan. Es nuestra pequeña contribución a esta revolución.»
[pull_quote_left]La principal ventaja es crear casi cualquier forma, personalizada, exclusiva, rápida y a un precio competitivo[/pull_quote_left]Lógicamente se trata de un producto orientado al mundo Horeca, a la cocina innovadora y de vanguardia, un producto de valor añadido que se aprecia por la originalidad y la capacidad de personalización. «La primera y más importante ventaja es la capacidad de crear casi cualquier forma que se te ocurra. Y además hacerlo de forma personalizada, exclusiva, rápida y a un precio competitivo“. Actualmente contamos ya con 20 clientes, principalmente restaurantes y servicios de catering. Trabajamos codo con codo con los jefes de cocina. Todos y cada uno de nuestros 12 diseños han salido de una estrecha colaboración con nuestro clientes. A veces es una alternativa al grissini para decorar un buffet de quesos. Otras, una base que permite montar canapés y eliminar las cucharas de plástico. Siempre partimos de su imaginación para servirles una solución única”.
El primer paso es hacer un boceto del pico. Todo empieza con un lápiz, luego un poco de plastilina y finalmente un desarrollo gracias a un software de diseño 3D. A continuación se estudia la receta. Al principio, un sabor muy tradicional, similar al pan candeal. El pan de pueblo de toda la vida. Luego Singular Bread ha ido desarrollando nuevos sabores: desde frutos secos a semillas, finas hierbas o aceitunas. “El concepto clave es la flexibilidad. Tenemos la tecnología para adaptarnos a lo que el cliente necesita. Y sin añadir ningún tipo de aditivo o conservante. Estamos acostumbrados a leer listas interminables de productos químicos entre los ingredientes de picos supuestamente artesanos. Nosotros presumimos de no ser artesanos. Usamos la última tecnología y los ingredientes más naturales. Son conceptos compatibles”.
[pull_quote_left]La impresión 3D nos evita desarrollar costosos moldes y el almacenamiento de stocks. Industria 4.0 en el mundo del pan[/pull_quote_left]El objetivo de Singular Bread es iniciar una expansión más ambiciosa y posicionarse como referencia en el ámbito de la restauración. En sus instalaciones de 200m2 en Montoro, Córdoba, tiene capacidad para fabricar retorcidos picos hasta alcanzar una facturación de 60.000€ mensuales. “Aunque lógicamente es una capacidad que vamos a ir alcanzando poco a poco. Al tiempo que continuamos innovando con nuevos sabores y formas.”
Pero el modelo de negocio no fue siempre producir y vender sus propios picos. El objetivo inicial de este ingeniero era desarrollar la tecnología y comercializarla. “Sin embargo, me di cuenta de que si quería tener éxito, primero debía existir un interés por un producto final, que era realmente muy nuevo. Así que decidí fabricar y comercializar el producto yo mismo para crear esa demanda. Si realmente funciona, no descarto comercializar también la tecnología como línea de negocio complementaria.”