Precisamente entre finales de 2015 y el comienzo del año hemos visto algunos ejemplos que apuntalan las precauciones que algunos tienen respecto a sector food delivery, tanto en lo que se refiere a los meal orders como al e-grocery o los formatos meal kit. Zomato, el buque insignia de las Startups indias replegaba velas eliminando algunas líneas de negocio, cancelando planes de expansión –como la anunciada entrada en España- y reduciendo -según algunas fuentes- hasta un 10% su plantilla. Instacart, uno de los flamantes unicornios foodtech -$2.000 millones de valoración-, anunció en diciembre una subida de precios y el despido de 12 reclutadores. Según el NY Times, DoorDash está teniendo algún problema para retener a sus trabajadores. BuyFresco, uno de los hijos de BlueApron en España, a pesar de mantener un buen ritmo de captación de clientes -2.000 en 2015- también ha ajustado sus precios recientemente.
Aunque quizá el ejemplo más cercano que tengamos es el Rocket Internet y sus operaciones de ida y vuelta. La compañía alemana anunció en 2015 “la mayor red de food delivery fuera de EEUU y China”, (bajo el paraguas de su Global Online Takeaway Food). Con este objetivo, protagonizó algunas de las compras más significativas del año, como La Nevera Roja. Sin embargo, en 2016 ha comenzando deshaciéndose de algunos de esos activos, (La Nevera Roja, PizzaBo, Hello Food Italy, Brasil y México), por €125 millones. Según la compañía, el objetivo es reducir la complejidad del grupo, y centrarse en los mercados clave en los que goza de una posición de liderazgo, como Asia, Oriente Medio y Europa del Este. Dejando así a JustEat, la otra parte de la operación, el camino expedito para consolidar su liderazgo en los mercados que Rocket ya no considera prioritarios.
[pull_quote_left]Transportar y entregar bienes y servicios es, en esencia un negocio logístico de márgenes reducidos[/pull_quote_left]Como explica la columnista de Fortune Erin Griffith, “aunque la tecnología ha permitido grandes niveles de eficiencia, mover cosas del punto A al punto B es caro y complicado, y ni toda la magia de internet del mundo puede cambiar eso. Transportar y entregar bienes y servicios es, en esencia un negocio logístico de márgenes reducidos.”
También es un negocio que se gana peseta a peseta, no dando duros a cuatro pesetas. Es decir, apostando por la pura promoción y descuento para captar clientes, a costa de un margen razonable. Y si no que se lo pregunten a Deepinder Goyal, CEO de Zomato que señalaba éste como uno de los aspectos que corregir en su estrategia en 2016.
Los servicios on demand son un fenómeno relativamente nuevo, y, están calando en el consumidor como algo que realmente aporta valor a su forma de consumir/comprar… Y las agresivas estrategias de precios basadas en la promoción, o los modelos basados en soluciones logísticas “a lo Uber”, han facilitado el conocimiento del concepto food delivery y la expansión de los negocios; que los usuarios los prueben y los valoren. Es el momento de que, además, entiendan que ese valor tiene un coste y estén dispuestos a asumirlo.
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