New Crop Capital es un fondo early stage, enfocados exclusivamente a empresas cuyos productos o servicios son alternativas carne y a la producción ganadera tradicional. Es decir, sustitutos de res, cerdo, pollo, huevos, lácteos, pescados y mariscos.
Durante la reciente edición de Seeds&Chips, hablamos con Dan Altschuler Malek, Venture Partner de New Crop Capital. Altshuler, mexicano afincado en Silicon Valley, tiene una amplia trayectoria en comercio internacional, logística y sostenibilidad, así como fundador de startups, e incluso como restaurador y publicista.
New Crop Capital nace con una misión: eliminar o reducir el consumo de productos alimenticios animales porque creemos que traen consecuencias negativas a la salud, al medioambiente, a los propios animales. Creemos que se trata de un problema de sostenibilidad de la población global.
¿Qué áreas dentro de las alternativas cárnicas cubre?
El fondo comenzó hace dos años y actualmente ya hemos realizado más de 27 inversiones en dos verticales: plant based y cultured meat (carne cultivada o de laboratorio). Las del segundo grupo son más recientes y se las vemos como una estrategia a más largo plazo. Se está tomando tecnología desarrollada para crear tejidos en el ámbito de la salud que se ha trasladado a la alimentación, pero falta más tiempo.
En cambio, en plant based hay un cierto boom, al menos entre los círculos más concienciados o informados. Por varios motivos. La gente es cada vez más consciente de la relación entre lo que consume y su salud. La relación entre el consumo excesivo de carne y muchas enfermedades de países occidentales más desarrollados: corazón, cardiovasculares y cánceres. También hay preocupación por el mercurio en los océanos, que se acumula en los pescados más grandes como el atún.
Actuamos en las fases Angel, Seed, o Series A, desde los $50.000
hasta $1 millón.
¿El objetivo es entonces un cambio de dieta, de estilo de vida?
Nuestros cuerpos requieren proteína, pero no necesariamente animal. Los animales que comemos, comieron plantas. Podemos tener los mismos beneficios con una dieta equilibrada.
Pero no es un cambio fácil, que se pueda producir de la noche a la mañana.
Ahora mismo estamos en la tercera ola, en cuanto a esa evolución en nuestra forma de comer. En la primera, llegaron los productos de tofu, tempeh y similares, pero que sacrificaba aspectos como el sabor o la textura. Y, por lo tanto, se han quedado en un nicho muy reducido. En una segunda ola, tenemos productos más evolucionados, como los quesos y lácteos de Daiya. (Empresa canadiense que comenzó en 2009 con 2 productos alternativos al queso rallado, y actualmente cuenta con más de 30 referencias. En 2017 fue adquirida por $312 millones por parte de la farmacéutica japonesa Otsuka) Y nos encontramos ahora en una tercera ola, en la que existe mucha innovación. Mucho impulso. Empresas que desarrolla todo tipo de productos: Carnes, quesos, pescados, alternativas al huevo…
Si conseguimos reducir un 5-10-20% el consumo de carne ya será un impacto muy significativo
Y es en esa ola en la que se quiere subir New Crop Capital
Efectivamente, el fondo nace precisamente para impulsar estas empresas. Entramos tan temprano como financiar ideas. Actuamos en las fases Angel, Seed, o Series A, con inversiones que van desde los $50.000 hasta $1millón.
Con qué background contáis para dar apoyo a estas empresas, más allá de la financiación?
Venimos del sector de la alimentación, y somos emprendedores. Entendemos las distintas partes para tener éxito, tenemos buenas relaciones, tanto en producción, distribución y marketing. Y también con chefs. Muy importantes porque solo comemos lo que nos gusta. Sabemos lo que tenemos que comer, lo que es bueno para nosotros, pero si no tiene el sabor y la textura, y también la conveniencia, el producto no encaja.
Hay cuatro cosas que requieren las empresas para tener éxito: precio, reconocimiento, conveniencia y sabor. Gracias a las redes sociales es más fácil llegar a los consumidores. Generalmente los primeros, son quienes llevan una dieta vegana o se cuidan mucho. Son muy entusiastas, cuando se enteran de algo nuevo lo comparten. Pero el objetivo es ir más allá del nicho. No buscamos duplicar el mercado vegano. Seguramente no llegaremos a toda la población, pero si conseguimos reducir un 5-10-20% el consumo de productos animales, ya será un impacto muy significativo en el medio ambiente (y una oportunidad de mercado enorme). Y para ello es necesario ofrecerles alternativas que les gusten, que cumplan con sus expectativas y a precios accesibles.
Para tener éxito necesitan precio, reconocimiento, conveniencia y sabor.
¿Pero la experiencia culinaria, es equivalente?
Quizá pueda decir que no es la mejor hamburguesa que he comido. Pero sí que es un excelente producto. No va a ser un producto que sea el mejor en todos los parámetros. Debemos tener expectativas realistas. Y pensar también que una hamburguesa plant based tienen un impacto medioambiental mucho más bajo que criar un animal. Otra cosa a tener en cuenta es que, la máxima calidad, la de un chef, con producto local, sostenible, etc… no necesariamente puede ser reproducido para las masas. Y cuando hablamos de un planeta que en 30 años tendrá 9.000 millones de personas… simplemente, no habrá ese tipo de productos para todos. Hay que aterrizar. Tienes que ser exigente pero también reconocer las realidades del mundo.
¿Son necesarias grandes inversiones en I+D, en tecnologías avanzadas?
No necesariamente tienen que ser grandes tecnologías. Hay algunas empresas que sí tienen algo muy sofisticada. Beyond Meat o, Impossible Foods. Aunque compiten, técnicamente hay mercado para dos y para más.
No necesariamente
tienen que ser
grandes tecnologías
Pero también tenemos todo un grupo de empresas que usan técnicas culinarias muy sofisticadas, pero no necesariamente high tech. Son técnicas de chef basadas en la biomímica, es decir, adoptar patrones que hay en la naturaleza. Tenemos ejemplos de chefs veganos que con buena técnica toman un champiñón y lo convierten en un filete.
Hay oportunidad para muchas empresas. La idea de que solo hay sitio solo para dos o tres players no es cierta. Esto no es el mundo de Facebook o Google, donde solo hay lugar para un gigante. No hay ninguna empresa que tenga el monopolio de un producto alimenticio. Incluso Coca-Cola tienen su Pepsi y muchas otras marcas locales.
Estamos al principio de todo y todavía es un espacio donde cabe mucha gente y les animo a que se lancen. Lo veo similar al principio de los productos orgánicos. Está pasando algo parecido pero creo que con mucho más impacto, porque, como categoría, afecta a muchas áreas del supermercado. También para mariscos, para pescados…
Buscamos inversores con visión
de largo plazo
¿Es un movimiento solo americano?
Tenemos inversiones en India, Nueva Zelanda, Israel, Brasil, México, UK, también socios de distribución en toda UE.
Animas a las startups a que se lancen. Pero New Crop Capital también busca inversores. ¿Cuáles serían los más adecuados?
Inversores que entiendan que el tiempo y los recursos y esfuerzos para desarrollar una empresa de alimentación es diferente a otras. Cuando hablamos de comida, se tarda tiempo, y son necesarios conocimientos específicos para escalar esa producción para mantener calidad, hacer crecer tu cadena de distribución, la excelencia en tus sistemas de producción, y sobre todo escalarlo manteniendo estándares de salubridad. Y esto es muy importante. Nosotros estamos muy concienciados. No jugamos con la salud de la gente.
Buscamos inversores, no necesariamente fondos, que tengan visión de más largo plazo. Que entienden que va a tardar que 10-15 años en crecer muchas veces. Y que sean conscientes de que requieren más inversión. Cuando una empresa de alimentación crece, necesita más inversión. Esto no es un website. Pero hay ya muchos inversores estratégicos que lo entienden así: Tyson, Danone, Chobani, Pepsi.
El mercado «plant based» superará los $300.000
millones en 2054
¿Cuál es el papel que jueva New Crop Capital?
Vamos como lead investors, o a veces jugadores en el ecosistema. Nuestra experiencia nos ha puesto en una situación privilegiada. Conocemos lo que está pasando de los inversores, estratégicos, distribuidores, startups, y tenemos la capacidad de ver cómo encajan las piezas. A veces, prestamos apoyo en la distribución, otras en crecer, otras en marketing. Estudiamos cómo añadir valor, y en ocasiones ni siquiera es necesario invertir.
No es entrar y pensar en la salida. Hay que tener paciencia y entender las dinámicas del producto alimenticio: materia prima, producción, distribución y marketing.
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