El Crop Trust es una organización internacional creada por el CGIAR y la FAO en 2004 con la misión de asegurar la conservación y disponibilidad de la diversidad de plantas, que es esencial para la alimentación y la agricultura. Para conseguir ese objetivo, y bajo el liderazgo de Marie Haga, Crop Trust trabaja en dos líneas principales, la financiación de los bancos de germoplasma más importantes del mundo y la conocida como Bóveda Global de Semillas de Svalbard. Una especie de búnker de seguridad ubicado bajo los helados suelos árticos de una remota isla, a medio camino entre la punta más septentrional de Noruega y el Polo Norte. Además, Crop Trust ayuda a desarrollar una nueva generación de tecnologías de la información para que la diversidad de cultivos del mundo pueda ser consultada y esté accesible allí donde se necesite.
Tras una larga carrera como parlamentaria, ministra de varias carteras y diplomática, la Noruega, Marie Haga asumió en 2013 la dirección ejecutiva de Crop Trust. Con motivo de su visita a Barcelona para participar en la reciente edición de Challengers 16, TechFood Magazine ha tenido oportunidad de intercambiar con Marie Haga algunas preguntas sobre el Futuro de la Alimentación y el papel una organización como Crop Trust puede jugar en ello, que compartimos aquí con vosotros.
¿Qué es exactamente Crop Trust y cómo desarrolla su labor?
¿Por qué una organización como Crop Trust?
La diversidad de cultivos es la base de la seguridad alimentaria. Nos da opciones, y en un mundo en el que la población está creciendo exponencialmente y el cambio climático tiene un impacto directo en nuestras vidas y en la productividad de nuestros agricultores, necesitamos todas las opciones que nos da la naturaleza. Cada planta tiene características que pueden ayudar a nuestras plantas domesticadas a adaptarse a los nuevos retos, eso significa que merece la pena conservar cada una de ellas. Tener una única variedad de manzanas no es solo aburrido, es peligroso.
Desde su punto de vista, ¿estamos realmente en un momento crítico en lo que se refiere al sistema de alimentación?
Pero alimentar a una población creciente no es opcional. No podemos seguir produciendo la comida de la forma que se ha hecho desde la Revolución Verde. No podemos seguir expandiendo las fronteras, ni seguir usando más agua, más fertilizantes etc. Tenemos que producir más alimentos y más nutritivos que puedan soportar sequías, inundaciones, mayores temperaturas, pero con la misma cantidad de agua y menos insumos. las plantas de cualquier parte del globo pueden tener la respuesta para afrontar esos desafíos.
¿Quién debería estar involucrado en esto?
Todos comemos. Así que todos nos beneficiamos de los bancos genéticos. Los individuos pueden vigilar lo que hacen sus gobiernos al respecto, hacer donaciones al Endowment Fund o compartir este artículo para ayudar a informar a otros sobre la importancia de la diversidad.
Biotecnología, innovación en semillas, AgTech, nuevos cultivos, proteínas alternativas… ¿Cuál es la clave para garantizar un sistema de alimentación saludable en todo el mundo?
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Usted tiene experiencia diplomática y de gobierno. ¿Cuál es el papel de cada uno de los miembros de este ecosistema, empresas, gobiernos, organizaciones, entidades de investigación, inversores, startups, educación?
Todo el mundo tiene un papel que jugar. Los gobiernos necesitan garantizar que sus agricultores tienen acceso a las mejores semillas. Los investigadores, privados y públicos, necesitan usar esta diversidad para desarrollar cultivos que satisfagan la demanda. Los educadores necesitan comprender y transmitir la importancia de este trabajo.
¿Hay un incentivo suficiente para garantizar la implicación de todos ellos?
La alimentación y la agricultura son un tema candente en este momento. Veo individuos, compañías y gobiernos tomando cada vez más interés en la calidad de la comida, cómo apoyar a los agricultores, y el impacto del cambio climático. Pero hay muchos pasos entre un banco genético de plantas y la mesa de nuestro comedor. Lo que la gente debe reconocer es que esos bancos y Crop Trust hace es trabajar para proteger nuestra comida y lo que ponemos encima de esa mesa.
La diversidad de cultivos afecta a lo que comemos cada día, aunque no se vea. Por ejemplo, en 1999 una plaga denominada Ug99 acabó con cosechas completas de trigo en Uganda. No solo destruyo la vida de los agricultores de la zona, sino que afectó al precio de nuestras piezas de pan en el supermercado. Inmediatamente se inició una carrera para crear plantas resistentes a ese mal, que no habría sido posible sin la diversidad alojada en los bancos.
¿Cuál es su visión del sistema agroalimentario en los próximos 50 años?
La comunidad mundial está reconociendo la importancia de proteger la biodiversidad agrícola. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (SDGs), llaman a garantizar la diversidad global para el año 2020. Este es uno de los pocos objetivos a corto plazo del SDGs. Es realmente urgente conseguir esta meta, pero también es posible si trabajamos juntos.
Siempre habrá retos que superar y nuevas plagas o periodos de sequía, pero si damos los pasos necesarios para conservar la diversidad que la naturaleza nos ha dado, lo que podemos hacer con el material genético no tiene límites.
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