La industria foodtech española crecerá este año un 4,12% en número de empresas, alcanzará los 1.108 fundadores (45 más que en el año pasado) y espera un incremento de la inversión, que en 2024 fue de 179 millones de euros (dentro de un contexto de caída mundial cifrado en el 6,7%, más pronunciada en Europa y con mejores resultados para los ecosistemas estadounidense, que repunta tras un 2023 complicado, y asiático). Así se extrae del informe AgriFood Tech in Spain 2024 elaborado por el ICEX y en cuya presentación participaron el director general de Internacionalización del organismo, Pablo Conde, y la directora de TechFood Magazine, Beatriz Romanos.
Actualmente, el ecosistema Agrifood tech español está formado por 387 compañías, distribuidas en Agritech, Food production & Transformation, Logística distribución & Retail y Restaurant Tech. Cataluña, Madrid y Andalucía concentran el 56% del tejido empresarial, que en 2024 experimentó un descenso del 7,9% con respecto a 2023. Para el ICEX, “2024 ha marcado un punto de inflexión, hacia un enfoque más consciente y sostenible” tanto desde el punto de vista económico como en términos de viabilidad y rentabilidad. El sector ha experimentado un proceso de “selección natural cuyo resultado es una industria más resiliente, con una base sólida para la rentabilidad y augura un crecimiento del número de empresas e inversión en 2025”. La proyección se basa en el crecimiento de nuevas empresas en años anteriores, salidas esperadas por antigüedad y una reducción en el número de compañías que cesan sus operaciones este año.
Con un 25% de las empresas, Cataluña lidera mientras Madrid aguanta en segundo lugar por su gran capacidad tractora de inversión.
Por lo que respecta a nuestro portfolio de productos y servicios, refleja la innovación y adaptación continuas a las tendencias alimentarias mundiales. Destacan especialmente las proteínas vegetales y alternativas y sustitutos de carne, grasas y lácteos (41,8%), los sistemas informáticos y tecnologías de análisis y monitorización para agricultura de precisión (16,4%), los alimentos nutracéuticos (12,74%), las soluciones de trazabilidad y sistemas blockchain (5,45%) y las bebidas fermentadas y comestibles, con especial enfoque en la funcionalidad y los nuevos sabores (5,45%).
En cuanto a los modelos de desarrollo y crecimiento, España destaca en la colaboración público-privada en las fases iniciales, apoyo que no se mantiene en la misma proporción en las fases de crecimiento, algo que el informe recoge como un punto importante de mejora. En esta línea, el modelo de negocio B2G sigue siendo el menos frecuente, con sólo el 7,3% de las startups colaborando con entidades gubernamentales. Esta participación limitada “refleja el papel relativamente pequeño de los proyectos del sector público, que a menudo dependen de regulaciones, infraestructura o políticas gubernamentales”, concluye el informe.
El informe confirma la vocación y el potencial de España de jugar un papel relevante en el tablero agrifood tech global, sobre todo en biotecnología (47% de startups la incorporan), en optimización de la logística y la gestión de procesos (26%) y en IA, Machine Learning, IoT, robótica y espectroscopia (41% combinado). Destacamos en madurez tecnológica, contamos con un alto porcentaje de startups (más del 60%) que alcanzan fases avanzadas de desarrollo (TRL9) y con una fuerte apuesta por la innovación interna (78,2%) por delante de otros modelos como la adquisición de tecnología o la transferencia tecnológica desde el sector académico e investigador, y nuestro ecosistema presenta una alta capacidad para adaptarse a la evolución del mercado.
Aunque también el sector tiene también por delante importantes retos, entre los que destacan la necesidad de reforzar la financiación para seguir el ritmo de líderes globales como Estados Unidos, Israel y Países Bajos; mejorar el alcance global, variable en la que España está por detrás de países europeos como Alemania o Países Bajos, con la ventaja de que nuestro ecosistema está más cohesionado y presenta índices de madurez tecnológica más altos; o mejorar la diversificación en subsectores, con Estados Unidos e Israel como espejo en el que mirarnos como país.
El ecosistema español se sitúa en innovación tecnológica y sofisticación por delante de dos emergentes como Colombia y México.
El sector agrifood tech avanza con un claro enfoque en la integración tecnológica, la expansión del mercado y las prácticas sostenibles: predominan los modelos de negocio B2B (94,5% de las empresas, frente al 47,3% con modelos dirigidos al cliente final), lo que muestra una preferencia por enfoques más transversales y resistentes, y las empresas españolas tienen una fuerte perspectiva internacional: el 98,2% operan en la región EMEA, el 20% tiene presencia tanto en LATAM como en NORAM, el 10,9% apunta a la región APAC y un 7,3% está presente en otros países.
En cuanto a las oportunidades de crecimiento del ecosistema, estas pasan por aprovechar su capacidad innovadora y su reputación como productor de alta calidad para atraer capital extranjero, por seguir alineando nuestras startups con tendencias globales como la economía circular y la reducción del desperdicio alimentario y por ampliar la red de alianzas con centros de innovación europeos y globales para impulsar la competitividad de nuestro ecosistema.
Entrevista a Bill Aimutis, co-CEO del Bezos Center for Sustainable Protein en NC State, impulsado…
La industria se expande, pese al frenazo inversor general, gracias a nuevas patentes y permisos…
El EIC ha aprobado una subvención directa de 2,3M€ que la startup invertirá en desarrollar…
El mercado de productos plant-based sigue avanzando, impulsado por un consumidor más informado y exigente,…
KOA Biotech, es una startup biotech, nacida como una spin-off de la Universidad Pompeu Fabra…
Un nuevo estudio pone de manifiesto el potencial de España en el ámbito de la…
Esta web usa cookies.