TechFood Magazine charla con Lynette Kucsma, co-fundadora y Chief Marketing Officer de Natural Machines, compañía española creadora de Foodini –“la primera impresora 3D que imprime todo tipo de alimentos frescos y nutritivos, desde salados a dulces-“. Hablamos sobre su invento pero también sobre la irrupción de la impresión 3D de alimentos y su impacto en la industria de la alimentación, y sobre las oportunidades que abre tanto a consumidores como a las empresas del sector .
Cuéntanos qué es Foodini y por qué es diferente a otras impresoras 3D de alimentos que hay en el mercado.
Foodini es la primera impresora 3D que imprime todo tipo de alimentos frescos y nutritivos, desde salados a dulces. Es cierto que hay otras compañías que están trabajando en la impresión 3D de comida, pero creo que nuestro enfoque es totalmente diferencial. La misión de Natural Machines es ayudar a la gente a comer de forma más saludable. Nuestro leitmotiv es crear preparaciones con alimentos frescos y saludables de forma fácil e incluso divertida. Y estamos utilizando la tecnología 3D para crear el sistema y el electrodoméstico que convierta esta premisa en una realidad.
Nuestra mentalidad es que hay un problema con la comida, y nosotros aplicamos la tecnología para resolverlo. Otras aproximaciones son diferentes, más bien “cómo podemos imprimir comida”, y esa es otra mentalidad y por tanto el resultado es también diferente. Tanto en el tipo de máquina como de alimento que producen.
¿En qué fase estáis ahora, cuándo será comercial?
Llevamos ya tres años trabajando en ello, colaborando con los mejores fabricantes, generando importantes innovaciones que estamos patentando y estamos muy satisfechos con el resultado obtenido hasta ahora.
De hecho, Foodini está ya a punto de ser comercial. Estamos finalizando el diseño y ajustando el prototipo que tenemos, para comenzar la producción en la primera mitad de este año, y también estamos preparando una versión adaptada al mercado de consumo para final de este año.
[quote_right]Las impresoras 3D de comida se impondrán como los microondas, pero mucho más rápido [/quote_right]
Quién es el cliente potencial de este electrodoméstico
Nos dirigimos a todo tipo de usuarios desde profesional a doméstico, aunque primero nos estamos enfocando en el profesional, es decir restaurantes, cafés, empresas de catering… Hemos detectado mucho interés por parte de los profesionales, principalmente por dos motivos. Uno que la impresión 3D permite crear texturas que no sería posible reproducir a mano, y dos, porque facilita mucho los procesos en tareas repetitivas. Durante las pruebas de lanzamiento con algunos cocineros surgieron ya muchas ideas y peticiones y están deseosos de tener una en sus manos para poner a prueba la máquina y su creatividad.
¿Y para cuándo en los hogares?
Para el mercado de doméstico es una proposición diferente. Actualmente el consumidor está acostumbrado a consumir mucha comida procesada que, en general, contiene muchos aditivos, grasas o azúcares. Nuestra propuesta es poder hacer en casa una versión express de esa comida mediante la impresora 3D de forma más fácil y rápida que a mano o con cualquier otro electrodoméstico. Y por supuesto mucho más saludable, ya que se usarían alimentos frescos sin aditivos, conservantes, etc. Por eso estamos trabajando en una versión algo diferente, evolucionada, que permita realmente cocinar la comida y que el resultado salga listo para ser consumido.
¿Cómo funciona realmente Foodini? ¿Qué es capaz de hacer?
Foodini usa tecnología de extrusión, para hacernos una idea, algo entre medias de una Nespresso y una impresora. En el interior hay unas cápsulas vacías de acero que se rellenan con el alimento fresco elegido. Hay espacio hasta para 5 cápsulas, así que las combinaciones pueden ser múltiples. Lo importante es que puedes poner tus propios ingredientes frescos en el dispositivo. Esa es una de las razones por las que los chefs profesionales les gusta tanto, porque pueden mezclar sus preparaciones según su gusto y creatividad. En su caso, utilizarán cápsulas vacías.
Y en cuanto al tipo de preparaciones, es como cuando compras un robot de cocina. Al principio miras todas las instrucciones, sigues las recetas, pero luego vas haciendo las cosas a tu gusto. Eso es lo que pasará con Foodini, que la gente explorará lo que se puede hacer con ella. El aparato, del tamaño aproximado de un microondas, dispone de una pantalla táctil y estará conectado, por lo que será posible buscar o compartir recetas. Aunque el funcionamiento es muy sencillo. En el fondo, es un aparato de cocina, aunque tenga mucha tecnología dentro, el usuario no tiene por qué conocerlo. Tiene que ser muy fácil de usar.
[quote_left] Una impresora 3D es una versión en pequeño de lo que ocurre en una fábrica[/quote_left]
¿Cuál creéis que va a ser la aceptación?
Pensamos que las impresoras 3D de comida se van a imponer en las cocinas del mismo modo que actualmente lo están los microondas. Cuando los microondas se presentaron en los 70, la gente dudaba de ellos, era una nueva tecnología, no lo entendían, ni entendían por qué tenían que tener uno si ya tenían un horno estupendo en su cocina. Pero con los años, el 90% de los hogares tienen un microondas. Pensamos que lo mismo pasará con 3D pero con una curva de adopción mucho más rápida. El proceso será como muchas tecnologías o aparatos de cocina, que entran primero en la cocina profesional y luego se popularizan al mercado doméstico.
¿Cuáles son los retos que tenéis que superar para que esto suceda?
El principal reto es la mentalidad de la gente. La analogía que usamos para explicarlo es que actualmente, si consumimos productos envasados, ya podemos considerar que estamos comiendo alimentos impresos en 3D. Una impresora 3D es una versión en pequeño de lo que ocurre en una fábrica. Porque en una fábrica, procesan los alimentos, los agitan, los extruden, les dan forma… que es exactamente lo que una imprsora 3D hace. La única diferencia con Foodini es que lo haces a nivel doméstico, en tu cocina, en tu encimera, y sobre todo, con productos frescos que has elegido tú, sin conservantes ni aditivos que tú no consideras saludables. Con lo que al final lo que haces es una versión saludable de la comida procesada que actualmente comes.
Si la propuesta supone sustituir la comida procesada que encontramos en el supermercado, ¿cómo creéis que va a afectar a esa industria?
Efectivamente, si puedo imprimir mi propia versión saludable de lo que actualmente compro envasado, ¿por qué lo voy a comprar? Así que pensamos que sí, que algo va a cambiar dramáticamente la industria de la alimentación en el futuro. Y la industria de la alimentación lo sabe. De hecho, muchos fabricantes ya han venido a nosotros preguntándonos sobre la impresión 3D de alimentos, sobre nuestra visión, e interesados por lo que se puede hacer con ello.
[quote_right]Ahora el reto es para la industria alimentaria. Tienen que entender el proceso, ver lo que pasa y hacer el movimiento inteligente.[/quote_right]
Ahora el reto es para ellos. Tienen que entender el proceso, ver lo que pasa y hacer el movimiento inteligente. Lo que no pueden hacer es lo que hizo la industria de la música en los 90 cuando aparecieron los MP3. Cuando llegó la música digital, las casas de discos no supieron cómo aplicarlo para hacer dinero con ella. La industria de la alimentación debería afrontarlo de otra forma. Porque realmente creemos que tienen una gran oportunidad para monetizar esta nueva tecnología. El tema es cómo abordan esta nueva tecnología y cómo la aprovechan si quieren seguir siendo relevantes en la industria de la alimentación. Hay un buen número de marcas conocidas que están abriendo líneas de investigación para ver cómo aprovechan esta oportunidad.
¿Cuál es el modelo de negocio de Natural Machines? ¿Os limitaréis a vender los aparatos o hay algo más alrededor de la máquina?
Inicialmente la comercialización de Foodini será la principal fuente de ingresos. Pero también estamos trabajando en acuerdos con fabricantes del sector alimentario que puedan proporcionar alimentos frescos ya preparados para imprimir, de forma que el usuario doméstico no lo tenga que preparar en casa. Eso sí, siempre teniendo en cuenta la ética de la compañía, y la apuesta por el alimento fresco sin aditivos ni conservantes, porque lo que no queremos es recrear el modelo de comida procesada del supermercado con altas cargas de ingredientes no saludables. Otra línea de trabajo es la que estamos desarrollando con compañías de Internet de las Cosas y dispositivos conectados para investigar opciones de servicios Premium.
Así que el modelo se apoya en tres patas, el dispositivo, los servicios profesionales y la colaboración con los productores.
¿Y qué oportunidades veis, más allá de la experimentación culinaria?
Las aplicaciones pueden ser múltiples, piensa en las personas que tienen problemas para tragar o alergias, o que deban seguir dietas especiales… Estamos trabajando con muchos grupos afectados por estos problemas para ver cómo un aparato como Foodini puede ayudarles.
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