KM ZERO Venturing se transforma en Club de Innovación en su tercera edición, con un objetivo: apostar por la escalabilidad, los modelos de éxito y la economía real. La nueva hoja de ruta busca atraer proyectos foodtech más maduros y con potencial para ser desarrollados a corto plazo junto a grandes compañías agroalimentarias. Para conseguirlo, lanzará 5 convocatorias temáticas para startups en 2024, en eventos de referencia del sector: ‘Nuevas Proteínas’ en Food4Future (Bilbao); ‘Packaging Sostenible’ (Madrid); ‘Huella Cero’, en ftalks The Food Changemakers Summit (Valencia); ‘Salud y Nutrición’; en la feria SIAL (París); y ‘Digitalización’ (Valencia).
Entrevista a Raúl Martín, CEO de KM ZERO Food Innovation Hub
En esta conversación con Raúl Martín, CEO de KM ZERO Food Innovation Hub, analizamos la evolución del programa, el lanzamiento de The Flexitarian Project, la situación del mercado en innovación alimentaria y su evolución a futuro.
¿Qué aprendizajes os han llevado a redefinir la hoja de ruta de KM ZERO Venturing? ¿Hacia dónde va?
Para que el proyecto siga vivo tiene que evolucionar. En cuanto a inversión, tiene que evolucionar igual que lo ha hecho la parte de venture capital, donde tenemos cerca de 20 apoyos. Tenemos que seguir en esta línea, partiendo de que no somos un vehículo financiero. En cuanto a la relación entre startups y corporates, nos hemos encontrado con corporates en distintos estadios. Para dar respuesta a esta realidad, tenemos que hacer algo estructurado pero flexible.
En esa línea, vamos a tematizar verticales dentro de los 5 ejes, sesiones específicas por tema en lugar del enfoque más horizontal anterior. Lo haremos en eventos de referencia globales, para ampliar el alcance y complementarlo con proyectos más maduros.
El alcance de la innovación abierta es muy amplio. Nosotros intentamos acotar según las necesidades de cada actor.
Nuestro alcance en captación de startups ha sido muy grande, cerca de 200 proyectos. Ahora tenemos que atinar buscando proyectos más maduros. Más reales. Partimos de una tendencia inversora de hace 4 años, con la alimentación como refugio y donde había apetito inversor más allá de la escalabilidad o realidad. Ahora hemos evolucionado hacia proyectos que se puedan hacer grandes, ser modelo de éxito, quizá menos disruptivos. Más realidad.
En resumen: hemos verticalizado por temáticas, con más especialización para ser una mejor solución para las corporates y tener un mejor matching. En captación, vamos a un entorno de startups en fases más avanzadas, también porque el corporate necesita un retorno más rápido. Y buscamos el esquema adecuado para encajar la inversión.
¿Cuáles van a ser esos nuevos criterios de selección para KM Zero Venturing?
Hay que estrechar la búsqueda. El concepto que buscamos son realidades escalables más que proyectos. Un buen conjunto de emprendedores y proyectos maduros, con cierta experiencia en el mercado, con vocación específica en alimentación y alineados con los 5 ejes definidos por las corporates. Mi esquema de éxito sería que ayudáramos a un buen proyecto maduro a escalar, testar y desarrollar su producto y, en un modelo ideal, que entren a ayudar inversores y corporates.
El venturing es una ventana al medio plazo en la que muchos están aprendiendo. Para eso necesitamos más realidades y planteamos retos más a corto plazo. Eso ayuda al ecosistema también. La tendencia de inversión va hacia economía real y corto plazo.
Buscamos buenas realidades, buenos proyectos aplicables y buenos emprendedores.
¿Cómo influye en la selección y desarrollo el alcance global del programa?
Éste es un punto importante, que nos hace distintos. KM Zero y el venturing tenían que ser un proyecto global, porque el buen emprendedor puede estar en cualquier parte. Las métricas financieras son distintas, intentaremos adecuarnos a su origen, a la economía real. Por eso también el paso a eventos internacionales, que nos acerca a otros proyectos y corporaciones grandes y nos da visibilidad y posicionamiento.
¿En qué consiste el cambio de formato hacia Club de Innovación?
Nos hemos dado cuenta de que un formato menos rígido nos permite dar respuesta a compañías en distintos estadios. El concepto club nos permite más sinergias que van apareciendo. Y surgen muchos proyectos con los componentes del ecosistema, los partners colaboran entre ellos, nos permite compartir conocimiento entre todos. El concepto es más un club que un programa de aceleración, es un concepto más amplio. Y va implícito en el concepto de KM ZERO. Somos un ecosistema abierto a todos, también a competidores. Es una relación muy enriquecedora entre compañías y una manera más fácil de captar corporates: cuantos más seamos, mejor.
De toda esta redefinición surge también The Flexitarian Project. ¿En qué consiste?
Surgió precisamente de la sinergia y la colaboración. Es un proyecto colaborativo centrado en el plant-based, con el que intentamos definir un marco común para potenciar estos proyectos. Es una especie de spin-off del venturing. Nos hemos dado cuenta de que podemos actuar como amplificadores de determinados proyectos entre actores del ecosistema y estamos viendo cómo funciona. Además en un momento en que vuelve a haber hype con el plant-based en Francia, con fabricantes tradicionales apostando fuerte, buen producto más accesible y un nicho más grande que todavía no vemos. Si podemos definir un marco a todos los niveles, veremos dónde nos lleva.
Después de la experiencia de estos tres años, ¿cómo ves la inversión abierta y colaborativa?
La alimentación va muy rápida, el día a día es muy intenso y no somos capaces de pensar en lo que viene. La herramienta idónea para enfocarlo es la innovación abierta y alguien que esté fuera. Nos ha llevado tiempo entenderlo: antes veía la innovación abierta como hype, como algo etéreo. Ahora empezamos a ver proyectos innovadores que trabajan con compañías y pueden ser soluciones. Para mí es algo muy incipiente: tenemos mucho recorrido. Faltan más compañías y casos de éxito para atraer y generar más proyectos. Hay que animar al emprendimiento y, para eso, mostrar realidades de éxito. Es cuestión de madurez. Soy muy optimista, aunque es importante que las corporaciones que se acercan escojan al agente correcto. España tiene mucho potencial, pero tenemos que ser capaces de trabajar juntos.
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