La inversión en food tech y Agtech no solo ha disminuido, sino que ha crecido notablemente durante la primera mitad del año. Y ello, a pesar de la pandemia, o quizás como consecuencia de ella. Así lo confirman los datos del informe de la firma de inversión Finisterre Ventures . En concreto, durante los dos primeros trimestres de 2020, la inversión en AgTech ascendió a $2.200 millones, cantidad que destaca ante a los $2.700 millones captados durante todo 2019 y que supone todo un récord.
En lo que se refiere a la inversión food tech, durante el primer semestre ha alcanzado los $4.800 millones, lo que la sitúa claramente en la senda de batir la cifra de 2019, $7.000 millones. Se trata de unas cifras realmente extraordinarias, sobre todo si se tiene en cuenta que la parte más importante de estos movimientos se han producido en el segundo trimestre, según los responsables de Finisterre, como una reacción de los inversores y las compañías a la incertidumbre de la pandemia global.
Según el análisis de Finisterre Ventures, 2001 continuará siendo turbulento. Y en el sector agro, se mantendrá la presión en torno a los márgenes, los costes, la disponibilidad, la mano de obra, los conflictos comerciales. Por ello será todavía más importante para las startups navegando este espacio cumplir dos requisitos clave: mostrar a los agricultores el retorno de su inversión y ser capaces de crecer hasta la rentabilidad. La consolidación seguirá protagonizando el sector, y esto tendrá un impacto negativo en la inversión y los exits a corto plazo. Aunque con oportunidades para innovaciones realmente disruptivas.
Por contra, el segmento food tech parece disfrutar algunos «vientos de cola» prometedores. Por ejemplo, hay un grupo de startups que se está beneficiando de la fuerte tendencia a comer en el hogar, (por primera vez desde 1994 la cuota de estómago de los restaurantes a disminuido frente al consumo en casa) que beneficia tanto a las soluciones de meal kit, food delivery o e-grocery. Una tendencia que tiene visos de mantenerse y que dibuja un panorama optimista para futuras rondas, eso sí, si estas startups son capaces de trabajar sus indicadores de retención de clientes y sus márgenes.
El boom de inversión en torno al segmento de proteínas alternativas ha seguido imparable con rondas como la de Memphis Meats o Perfect Day. Fenómeno que ha impulsado también el interés sobre las Proteínas Cultivadas o Agricultura Celular. Sin embargo, se trata de una industria mucho más intensiva en capital, para abordar las necesidades de tecnología, instalaciones, comercialización y marketing, por lo que solo es apto para bolsillos grandes y pacientes.
El impacto real del Covid-19 en la inversión en food tech y en la evolución de esta industria, es todavía es una incógnita. A pesar de ello, Finisterre Ventures se muestra positivo respecto a un sector, agrifood, que «está claramente viviendo una revolución».
En el programa, dividido en tres fases, han participado 20 startups. Las conclusiones se han…
Más de 50 solicitudes recibió CNTA en 2024 para participar en Food (Tech)2 Challengers, pero…
El potencial de una fórmula que permite acceder a soluciones innovadoras en fases tempranas y…
Future Food-Tech London abordó en un panel de expertos los riesgos, retos y oportunidades de…
La industria clama por la inversión pública mientras lucha por reducir costes de producción y…
La UE importa el 70% de sus cultivos ricos en proteínas y el 85% de…
Esta web usa cookies.
Ver comentarios