KM ZERO Food Innovation Hub ha presentado su informe anual, sobre el futuro de la alimentación. Bajo el lema «Fooduristic’21 “Soluciones que nos acercan al futuro de la alimentación” el documento destaca las tendencias actuales y las líneas de interés del sector inversor. Entre ellas, destacan especialmente los proyectos basados en la inteligencia artificial y la robotización, en el desarrollo de proteínas alternativas, en la agricultura regenerativa y la edición genética, la salud del microbioma, en una logística más sostenible, en frenar cuanto antes el desperdicio alimentario y en las innovaciones en el campo del food service como por ejemplo las cloud kitchens o restaurantes virtuales.
Tabla de contenidos
Foodoristic’21, los retos y tendencias aceleradas
El informe cubre áreas como los retos y oportunidades para el sistema alimentario, la inversión de impacto, las grasas y proteínas alternativas, agricultura regenerativa y edición genética, el microbioma y su papel en la salud; la logística más sostenible y la lucha contra el desperdicio alimentario.
El nuevo paradigma de la alimentación impulsado por la tecnología
Fooduristic’21 destaca que el último informe publicado por Salesforce revela que 7 de cada 10 empresas españolas han acelerado su digitalización en los últimos meses y que la inteligencia artificial juega un papel muy destacado. El estudio destaca ejemplos como NotCo o Testwise, que combina datos en inteligencia alimentaria con algoritmos de machine learning patentados para analizar y extraer información y predecir el comportamiento del consumidor. El resultado es una plataforma gracias a la cual las marcas y las empresas pueden tomar decisiones.
Inversión de impacto
La inversión de impacto en el sector de la alimentación sigue una trayectoria ascendente. La crisis de la Covid-19 no ha hecho nada más que acentuar la importancia de una alimentación sana y de calidad, así como la necesidad de construir cadenas de valor menos lineares y más autónomas.
Impacto entendido en un doble sentido, tal y como explica Beatriz Romanos, fundadora de The TechFood, por un lado, un tipo de inversión orientado a generar valor a través de la resolución de problemas o necesidades reales y actuales de la industria. Un valor que se traduzca en mejoras en la rentabilidad o escalabilidad de las empresas, o incluso en la generación de nuevos modelos de negocio. El fondo Tech Transfer Agrifood, es un ejemplo de VC especializado y orientado a resolver demandas específicas de la industria, conectándolas con la oferta tecnológica. PILOT (Antigua TERRA) o Porcinnova, en formato incubadora/aceleradora, también caminan por esta senda. Al igual que algunas corporaciones alimentarias, que están creando instrumentos semejantes asociados a retos específicos.
El sector agrifood es un entorno propicio para este ‘enfoque ESG’ (Environment, Social, Governance) de la inversión
«Pero una concepción más amplia del impacto, engloba también a la sociedad y al entorno. Es decir, integrar en los objetivos, junto al retorno de la inversión, la intención de generar un impacto positivo y medible tanto social como medioambientalmente. Y el sector agrifood es un entorno especialmente propicio para este ‘enfoque ESG’ (Environment, Social, Governance) de la inversión. Lo estamos viendo en numerosas plataformas que lo incorporan en su ADN: Lever VC, New Crop Capital, Eat Beyond Global…»
«La capacidad de crecimiento del sector es tal que se podrá generalmente favorecer la cooperación sin ir en detrimento de la preservación de las ventajas competitivas«, afirma Josep Segarra, Impact Investment Manager en Quadia.
El futuro de la proteína y las grasas alternativas
Fooduristic’21 pone en relieve que dentro de 30 años deberá duplicarse la producción actual de proteínas según la FAO y destaca que los consumidores piden a los productores que cambien sus modelos, desarrollando nuevos productos a precios asequibles y de calidad. Una de las compañías que se mencionan y que está liderando esta transformación del sector es Aleph Farms, startup creadora del primer “filete” de carne cultivada a partir de células animales. En ese sentido, el documento destaca que Singapur es el primer país que acaba de aprobar la comercialización de este tipo de carne.
También menciona a Cubiq Foods, que está liderando el desarrollo de la primera plataforma de producción de grasa sostenible cultivada; a Vuna, perteneciente a Nestlé, que ofrece atún ‘plant-based’ y a MeliBio, startup que usa fermentación microbiana para producir miel sin abejas.
Agricultura regenerativa y edición genética
Fooduristic’21 pone también de manifiesto que en 2050 se necesitará aumentar la producción de alimentos en un 70% para poder abastecer a los casi 10.000 millones de habitantes que poblarán el planeta, según la FAO. Esto supone un gran reto para los agricultores, y algunos proyectos ya lo están afrontando como es el caso de Biome Makers, startup española que ayuda a las empresas agrícolas a mejorar su producción y la calidad de sus productos a partir del análisis del microbioma de sus cultivos. O Desert Control, compañía que evita que la tierra se siga degradando y que, además, en tan solo 7 horas, transforma suelo árido en un suelo rico en nutrientes.
El estudio de KM ZERO concluye también que la innovación más destacada en el campo va a venir de la mano de las nuevas técnicas de edición genética, que alteran los genes de la propia planta dando lugar a productos con características nuevas.
El microbioma humano: su papel en la salud
Según Mintel, el número de búsquedas online relacionadas con la salud intestinal creció casi un 700% en el último año. Unas cifras que seguirán creciendo debido al interés que el COVID-19 ha suscitado en encontrar ingredientes beneficiosos para la salud del microbioma y reforzar el sistema inmune. En este sentido, Fooduristic’21 pone en relieve el concepto de food as medicine.
El documento destaca a Day Two, compañía que proporciona un kit a domicilio para testear las propias heces y, tras un análisis del microbioma digestivo realizado en un laboratorio, el cliente recibe a través de una app alimentos y dietas adecuadas para sus necesidades, y a Habit, que envía también un kit y un batido a domicilio y solicita al cliente que se realice un análisis antes y después de haber consumido la bebida para entender la respuesta del cuerpo a los nutrientes específicos.
Una logística más sostenible
Entre sus principales observaciones, el informe del hub concluye que la reducción de emisiones de CO2, la optimización de las rutas, la automatización, la trazabilidad y la última milla son algunos de los desafíos que afronta la logística en la cadena alimentaria. En este campo se ponen en valor el auge de las plataformas de compra directa a productores y el crecimiento de los restaurantes virtuales o cloud restaurants que no abren sus puertas al público y únicamente preparan sus platos para ser entregados a través de quioscos inteligentes o taquillas. Un claro ejemplo de ello es la startup KAYKROO, que lidera esta solución en Emiratos Árabes.
Por otro lado, se destaca a Nuro, empresa de distribución de Estados Unidos que ofrece coches autónomos que se mueven por las ciudades con la cesta de la compra, a los que se accede con una clave y sin tener contacto humano de ningún tipo.
El desperdicio alimentario: un desafío muy urgente
Fooduristic’21 subraya que el impacto del desperdicio de alimentos es 4 veces mayor que el impacto de todos los vuelos del mundo combinados. Actualmente existen diversos proyectos disruptivos para combatir este desafío que el informe pone en relieve como Appel, tecnología que prolonga la vida útil de los alimentos a través de un polímero que crea una doble piel a algunas frutas para reforzar su capa interna, haciendo que tarden más en oxidarse; Innovating Alimentary Machines, nuevo método de conservación de alimentos mediante envasado con aire tratado a través de una tecnología que aumenta la vida útil del producto y Moa Foodtech, que transforma desechos y los subproductos de la industria alimentaria en una fuente alternativa de proteínas.
El impacto del desperdicio de alimentos es 4 veces mayor que el impacto de todos los vuelos del mundo combinados
Los retos del Food service
La pandemia ha acelerado el cambio de paradigma al que se enfrentan los hosteleros. La optimización de costes y la digitalización de los pedidos son pilares esenciales para sobrevivir en un contexto de restricciones.
Algunas de las soluciones de los retos del food service y el retail que destaca Fooduristic’21 son T11, supermercado chino que pone tanta atención en la experiencia online como offline, con propuestas diferenciadas en esos dos espacios, y muy centrado en ofrecer recomendaciones personalizadas a sus clientes, y The Chicken, primer restaurante del mundo que sirve pollo cultivado en un laboratorio.
“Con esta publicación anual queremos poner en valor los casos de éxito de la industria y las startups foodtech que ofrecen soluciones a los retos actuales del sistema alimentario muy marcado por la pandemia. Lo hacemos a través de las reflexiones de los impulsores de las principales iniciativas y de los líderes mundiales del sector, que coinciden en que los alimentos del futuro deben ser nutritivos, saludables, sabrosos, sostenibles, accesibles y seguros”, afirma la directora de KM ZERO, Beatriz Jacoste.
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