El fondo de inversión puesto en marcha por Sopas Campbell’s, Acre Venture Partners, ha invertido 13 millones de dólares en una incubadora para startups relacionadas con el mundo de la alimentación. Dicha incubadora, de nombre Pilotworks, se encarga de proveer a las compañías que están empezando su andadura, y lo necesitan, de diversas instalaciones, como cocinas profesionales. También, de apoyo con el marketing y otros aspectos de sus negocios.
Los responsables de la incubadora, con sede en Brooklyn (Nueva York) han manifestado que utilizarán el dinero que Acre Venture Partners ha invertido en ella en contratar varios empleados y dar un impulso a sus planes de marketing. También para extenderse a otras ciudades de Estados Unidos, con la apertura de oficinas e instalaciones en Chicago y Dallas.
Una actividad estratégica para Campbell’s
Esta inversión llega en un momento en el que el sector Foodtech está experimentando una gran actividad en cuando a inversiones y puesta en marcha de las instalaciones que precisan las startups del sector. Nick Devane, CEO de Pilotworks, lo tiene claro: «Los emprendedores de alimentación necesitan mucho más que unas cuantas mesas e internet de alta velocidad para empezar su empresa. Les proporcionamos cocinas de última generación, equipadas com todo lo que necesitan, tanto si es almacenamiento en seco como abatidores. Y les ayudamos a sacar al mercado y distribuir lo que hacen«.
Las Sopas Campbell’s se unen así a diversas empresas e inversoras que han proporcionado apoyo y respaldo económico a aceleradoras e incubadoras. Entre ellas, a Nestle USA, que el pasado verano invirtió en una aceleradora que diese soporte a startups de alimentación y agricultrua.
Mientras, Kellogg Co. se ha unido a otra incubadora en la que participa la ciudad de Chicago, así como varias inversoras y entidades sin ánimo de lucro. Se llama The Hatchery, y ha abierto unas oficinas en las que planea dar cabida a 75 empresas de alimentación.
Con estos movimientos, las grandes de la alimentación consiguen acceso rápido a marcas y empresas emergentes de alimentación. Para ellos es un paso crucial, puesto que los consumidores están dando desde hace tiempo la espalda a las marcas tradicionales para adoptar los productos de otras nuevas, más pequeñas y de nicho. Estas suelen estar a la última en cuando a sabores, gustos y tendencias, y así las grandes pueden tener información sobre lo que las hace triunfar. Además, tanto Campbell como otras empresas pueden estar interesadas en comprar algunas de ellas si consiguen lanzar productos que tengan éxito.
Pero los emprendedores que ponen en marcha estas pequeñas empresas también salen ganando con las inversiones de las grandes de la alimentación y la creación de incubadoras. Por un lado, consiguen tanto músculo económico como las instalaciones que necesitan. Por otro, reciben consejos de expertos en el sector y pistas sobre cómo publicitar y vender sus productos.
Estos y otros movimientos se han producido en un año muy intenso para el sector, en el que ha habido muchos altibajos. En el apartado de éxitos figura, según la CNBC, la entrada como accionista mayoritario de Nestlé en Blue Bottle, invirtiendo unos 700 millones de dólares. También ha habido sonoros fracasos, como el de Juicero, que cerró a finales de año tras haber conseguido más de 100 millones de dólares procedente de varios inversores.
Con todo, no parece que los inversores se dejen amilanar por los fracasos del sector. Según el director de S2G Ventures, Chuck Templeton, uno de los fundadores de OpenTable, «seguirá habiendo grandes oportunidades para causar gran impacto y conseguir beneficios«.
En S2G Ventures lo tienen muy claro: siguen apostando por las startups de alimentación. De hecho, han invertido ya en varias marcas y startups que están empezando a gozar de cierto reconocimiento. Por ejemplo, la cadena de restaurantes dedicada a los productos de proximidad y locales (locavore) Sweetgreen o la compañía de hamburguesas vegetales Beyond Meat. Con apuestas como estas se han convertido en uno de los principales fondos de inversión centrados en la alimentación de Estados Unidos.
S2G Ventures sigue la tendencia de inversión de otros fondos con intereses similares: apostar tanto por las empresas que lanzan productos que pueden comprarse en el supermercado como por las que llevan lo último en tecnología, o «hard tech», a la alimentación y la agricultura. Entre las compañías a las que ha proporcionado financiación hay incluso empresas como Ataraxis Bioscience, que ofrece la identificación de químicos no deseados en alimentos a través de una única prueba; y MycoTechnology, desarrolladora de una proteína-hongo encargada de bloquear la amargura en los alimentos en vez de edulcorarlos.