En 2030 los países de la Unión Europea deberían haber reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero un 40%, el uso de pesticidas químicos un 50%, y dedicado un 25% de los campos agrícolas a cultivos ecológicos. Además, también en el marco de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, la FAO ha identificado como una de sus acciones prioritarias para contribuir a los Objetivos Sostenibles del Milenio «la mejora de la salud del suelo y la restauración de la tierra». Fields4ever, iniciativa de Biomemakers, pone a disposición de agricultores e investigadores herramientas avanzadas para lograr estos objetivos.
Análisis salud del suelo
La salud del suelo, es juega un papel clave para lograr estos objetivos: un suelo bien equilibrado permite una significativa reducción en el uso de abonos y fitosanitarios; también actúa como un sumidero de carbono capaz de absorber y retener importantes cantidades de C02. Por este motivo, obtener y analizar datos para gestionar adecuadamente la salud del suelo es uno de los elementos fundamentales para apoyar a los agricultores en sus esfuerzos para lograr los objetivos de la Agenda 2030.
Por primera vez, la startup tecnológica Biome Makers ha abierto su tecnología para modelar la salud del suelo (basada en la secuenciación de ADN y tecnologías de computación) a la comunidad agrícola e investigadora de todo el mundo dentro de la iniciativa fields4ever. Gracias a ello, investigadores, agricultores, agrónomos y compañías tienen acceso a herramientas avanzadas para medir la salud del suelo y desarrollar proyectos que supongan un avance significativo en la ciencia, la tecnología o en el impacto económico de la agricultura y el suelo.
Entidades de referencia de cuatro continentes ya se han unido a fields4ever, entre ellas Agroscope -el Centro Suizo para la Excelencia en Agricultura-; La Alianza de Biodiversidad Internacional y CIAT; o la Asociación Italiana de Agricultura Orgánica (AIAB). Un número significativo de proyectos ya se encuentran en desarrollo, en áreas como el secuestro de carbono, interacciones suelo-bioma-planta, recuperación y salud del suelo, o suelos imposibles (hidropónicos etc.).
Estos estudios de investigación se están realizando sobre más de una docena de cultivos diferentes, como la soja y el maíz, cultivos hortofrutícolas o cultivos de alto valor como el olivo, el café o los viñedos. Y tanto en prácticas tradicionales como orgánicas en todo tipo de suelos.
Agricultores y centros de investigación están a tiempo de unirse a esta iniciativa global para apoyar la salud de los suelos agrícolas y la calidad de los alimentos que producen hasta el 31 de agosto.
Los interesados, pueden registrarse aquí.