Anterra Capital, fondo de inversión con base en Holanda, se dedica a financiar el crecimiento de compañías de ámbito tecnológico que operan en el sector agroalimentario. Según sus propia definición, invierten en “compañías que están transformando la seguridad y la sostenibilidad del sistema de alimentación global”. Para ello, cuentan con el respaldo de dos gigantes del sector: Rabobank y Fidelity. Hablamos con su principal Maarten Goossens, sobre la situación del sector y sus líneas de inversión preferidas.
¿Por qué un fondo especializado en tecnología para la industria de la alimentación?
Empezamos hace siete años porque observamos que no había un flujo de inversión por parte de VC en la cadena de valor de la alimentación -especialmente en el tratamiento de los cultivos y los animales- que ayudara a resolver algunos retos importantes. Y eso estaba haciendo que los consumidores se vieran afectados por algunos problemas como resistencia a los antibióticos, que afecta también a la salud de los humanos; los graves problemas de desperdicio de alimentos –se tira el 40% de la comida que producimos; también nos preocupa cómo el consumidor puede ser más consciente y cómo puede entender mejor lo que hay en la comida que consume. Tradicionalmente, el sector de la alimentación se ha focalizado más en la industrialización de los alimentos, y esto no necesariamente ha redundado siempre en el beneficio de los consumidores y del medio ambiente. Esto, combinado con el crecimiento de la población estimado y la limitación de terreno cultivable y de recursos de los que disponemos, nos hizo darnos cuenta de que realmente hay una necesidad de tecnología para conseguir que la cadena de suministro y el sistema alimentario en general sea más eficiente.
Buscáis por tanto impacto positivo en el sistema, pero con una rentabilidad ¿cierto?
Desde luego. Para nosotros, eficiencia, sostenibilidad y el factor económico deben ir de la mano. Por eso miramos muy bien cada oportunidad, ha de tener impacto y potencial real para transformar cómo producimos, transportamos y consumimos los alimentos hoy.
[pull_quote_left]Hay una necesidad de tecnología para que la cadena de suministro y el sistema alimentario sea más eficiente[/pull_quote_left] ¿Dónde ve Anterra Capital las oportunidades más interesantes?
Un segmento que nos parece muy atractivo es el de la agricultura de precisión y específicamente el software y la tecnología de sensores. Son soluciones que permiten a los agricultores ser más precisos en dónde y cómo colocan sus semillas, los insumos o los fitosanitarios, entender sus suelos. Lo mismo puede aplicarse a la logística o al retail y hasta el consumidor. Todos podemos ser más conscientes de lo que comemos y qué pasa con la comida gracias a la tecnología de sensores y al software.
Sin embargo, actualmente es un mercado muy fragmentado, con poca interoperabilidad, y con un alcance muy local. Como inversor, ¿cuál cree es la clave para realmente hacerse un hueco en este mercado a nivel global?
Cierto La mayoría de las empresas de AgTech tienen que afrontar ese reto de la fragmentación y la compatibilidad. Nosotros tenemos unas 400 empresas en nuestras BD de este sector, y probablemente el 95% de ellas no tienen una solución a la que acceda directamente el agricultor. El profesional del campo tiene muchas soluciones a su alcance, pero lo que busca es trabajar con una única plataforma y quizá con un puñado de proveedores, no con cientos. Por eso, creemos que para tener éxito son cruciales los acuerdos de colaboración con los actores tradicionales en la industria, con los fabricantes de equipos o los proveedores de productos como semillas o químicos. O también, por otra parte, con compañías que vienen de fuera del sector agro, los Google, IBM y otros partners que pueden ayudar a las startups a ganar capacidad. Y por último diría que necesitas un par de casos de éxito con los que empezar, con los que demostrar que tienen una verdadera proposición de valor, algo que sería una locura para el agricultor no adoptar, y a partir de ahí, buscar diferentes aplicaciones, diferentes regiones, o tipos de cultivo.
En los últimos años el papel de estas compañías está siendo muy activo. Tienen sus ojos puestos en el sector AgTech.
Es muy positivo que los incumbentes estén siendo muy activos. Son muy buenos partners por su conocimiento del sector y su alcance. La adquisición de Climate Corporation por parte de Monsanto fue un hito, y luego hemos comprobado el gran interés de estas organizaciones por el espacio agtech. Desde mi punto de vista, sería muy positivo fomentar la innovación a través de un ecosistema en el que puedan colaborar incumbentes con starupus. No todos tendrán éxito, sabemos que el sector agrario está sufriendo y desde hace un par de años sus ingresos se están reduciendo. Por eso la inversión tecnología está muy abajo en su agenda. Tenemos que colaborar para conseguir que haya al menos un par de ganadores…
¿En qué otras áreas cree que hay oportunidades para la disrupción?
Hay varias áreas en las que Anterra se está fijando especialmente. Por ejemplo en las ciencias de la vida, en tecnología genética que hasta ahora no ha sido posible y que nos va a permitir seleccionar las mejores variedades sin que se consideren GMO. En frutas, vegetales y también animales.
Otro ámbito de interés es el de los market places. Muchos productos se comercializan off-line todavía. Con el comercio online hay importantes oportunidades de crear transparencia y canales más baratos para los productores.
Finalmente, también vemos mucho potencial en las soluciones de seguridad alimentaria, en sistemas de diagnóstico que permitan detectar problemas –como el de Chipotle o el de la carne de caballo- antes de que lleguen al lineal.
También existen startups que están desarrollando este tipo de tecnologías para el usuario final como TellSpec o Scio.
No tengo ninguna duda de que en dos años lo llevaremos en nuestro móvil, es solo un sensor más, pero nos dará la capacidad de escanear cada alimento que vayamos a comer. Y tendrá un impacto tremendo. En este caso, creo que el modelo de negocio no está tanto en el hardware, al fin y al cabo los sensores son muy intensivos en inversión y no es el tipo de negocio en el que estamos interesados. Donde veo el valor es en los datos que se pueden obtener, ser el primero en tener una cantidad enorme de datos, y un sistema que pueda aprender del feedback que recibe de los usuarios. Hacerlo más inteligente aplicando algoritmos de AI o machine learning a tu BD.
[pull_quote_left]Buscamos segmentos que no estén muy concurridos como producción animal, blockchain, marketplaces o retail[/pull_quote_left] AI, Machine Learning, Big Data… Parecen los mantras de la innovación en estos tiempos…
Definitivamente sí, en una parte –aunque también es cierto que el 95% de las compañías están usando ese término pero no sé hasta qué punto hay algo real detrás. Soy un poco escéptico cuando un emprendedor habla de ello desde la primera frase.
El mercado food tech ha gozado de unos años de record, pero este año parece que está experimentando una corrección. ¿Cuál es la visión de Anterra al respecto?
A corto plazo, sí creo que ha habido una burbuja, especialmente en el mercado de la última milla. En el delivery. Ahí creo que habrá finalmente un par de ganadores y muchos perdedores. No creo que vaya a continuar fluyendo la inversión en esa área. Tenemos que estar muy atentos al impacto que pueden tener actores como Uber Eats o similares. Por eso, nosotros preferimos mantenernos al margen. Del mismo modo, aunque es un área que también ha atraído muchas de las inversiones en los dos últimos años – preferimos no apostar por modelos basados en hardware que son muy intensivos en inversión, como los drones. Por sí mismos, son solo equipamiento. Ha habido mucha inversión en agtech, pero solo un puñado de compañías alcanzarán las series A o las Series B. Habitualmente el 100% consiguen capital semilla, pero solo el 25% alcanzan la series A. Así que esperamos resultados más pobres en esos ámbitos.
Pero por otra parte, en el medio y largo plazo, la tecnología está aquí para quedarse y, no hay ninguna duda de que va a transformar cómo producimos, movemos y consumimos la comida.
¿En ese caso, cuál es la apuesta de Anterra?
Buscamos segmentos que no estén muy concurridos. Por ejemplo, en producción animal, en cuatro áreas específicas: tecnología de precisión, genética, nutrición y salud. En elementos de fintech como BlockChain aplicados a la agricultura o al retail que favorecen la transparencia y permiten que los granjeros financien mejor sus operaciones. En lugares como Sur América y Sur de África realmente pueden transformar estos sectores. Los citados market places y vemos oportunidades en soluciones de software infrastructura que ayuden a mejorar la efectividad del retail. Este sector tiene un reto importante para competir con gigantes como Amazon, y ahí la tecnología tiene mucho que decir. Es un mercado que vemos muy interesante.
De las startups que tiene Aterra actualmente en cartera, ¿puede citar dos que nos recomiende seguir especialmente y por qué?
Pues citaría Farmobile, una solución para la agregación de datos a partir de los equipamientos de los cultivos. Es importante, porque –como decíamos- ahora no hay compatibilidad o interoperabilidad entre los diferentes equipamientos. Tener los datos adecuados en el formato adecuado es la base de la agricultura de precisión. Esta compañía puede ser el la base de todos los datos de la cadena de valor. Algo en lo que, además, son diferentes, es que ponen al agricultor en el centro. Muchas compañías están intentando conseguir datos del agricultor, ésta lo que hace es empoderarle al permitirle poseer sus propios datos y decidir lo que quiere compartir con sus agrónomos, su compañía de seguros, etc. Y si hay algún ingreso por esos datos, Farmobile lo comparte con el agricultor.
Y también destacaría a Caribou, que se dedica al ámbito conocido como edición genética. Se basan en la metodología CRISPR-Cas9, descubierta por miembros de su equipo, que permite modificar los genes, sin incorporar material genético ajeno, por lo que no sería GMO. Gracias a ello, es posible hacer experimentos mucho más deprisa, y de forma más precisa y, por tanto, económica.
Anterra Ventures invierte principalmente compañías europeas, que ya estén generando ingresos y tengan un gran potencial de crecimiento. Sus tickets alcanzan los $20 millones, a cambio de una participación minoritaria significativa.