El futuro de los Alimentos de Base Vegetal ofrece expectativas muy esperanzadoras con altas tasas de crecimiento anual durante los próximos años consecuencia de los profundos cambios que están experimentando el consumo habitual de los alimentos de origen animal. Estos son sustituidos por productos vegetales alternativos consecuencia de la preocupación por la salud, el consumo de alimentos producidos de forma sostenible y su relación con las consecuencias del cambio climático y la influencia de las tendencias sociales, cambios de hábitos, modas, redes sociales… y son los principales causantes de la gran corriente del desarrollo de los Alimentos de Base Vegetal.
Esta corriente hunde sus raíces en la creencia cada vez más extendida que no tiene sentido cultivar plantas para alimentar animales para producir la carne y productos de origen animal que consumirán los humanos, unido a la sensibilización por la muy baja eficiencia en la transformación de los recursos naturales, la alta utilización de recursos hídricos en su producción, la alta contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero de la ganadería, la preocupación por el bienestar animal, las enfermedades de los animales transmitidas por alimentos y uso de antibióticos… han venido a impulsar el sentimiento negativo frente al consumo de carne. Corrientes con tendencia a permanecer y ser las aceleradoras de los cambios en la forma de alimentarse de los consumidores.
No obstante el consumo de Alimentos de Base Vegetal a día de hoy presenta muy dispares comportamientos en los distintos países de la UE, tanto en sus principales categorías como en los niveles de consumo por sus habitantes y a su vez las categorías presentan muy distintos comportamientos y niveles de penetración en sus respectivos mercados de los distintos países de la UE consecuencia de la su historia y evolución, su cultura, tradición, niveles de renta, hábitos de consumo… y sólo tres categorías: bebidas vegetales sustitutivas de la leche de origen animal, preparados cárnicos sustitutivos de la carne animal y yogur, alcanzan tasas de consumo que superan el 50% de los consumidores que se declaran habituales.
Sólo la decidida actuación coordinada por parte de todos los agentes involucrados, científicos, tecnólogos, empresarios, inversores, formadores de opinión, políticos y gobernantes permitirá el impulso que dé la respuesta a lo que la sociedad está demandando.
Previo a cualquier consideración del potencial de futuro de los ABV, se hace necesario tomar referencias de los niveles de consumo unitario por habitante y año de los distintos alimentos de origen animal, carnes frescas de origen animal que en el caso de España en el año 2019 ascendió a 32kg, mientras que el consumo de lácteos fue de 107,9 kg en todos los casos en regresión entre un -1% y un -5,5% acumulado en los últimos 5 años.
El consumo de alternativos vegetales de carne por habitante muestra magnitudes desde el máximo de los países de la UE de 850 gr/habitante y año en UK a 90 gr/hab y año en Francia (España 160gr/hab año) Las dos categorías de derivados lácteos, yogur, con consumos de 400g/hab año en Alemania, 330g/hab año en Francia, 250g/hab año en España, que es el primer país de la UE de ventas de bebidas vegetales con un consumo de 5,2 l/ habitante y año, que casi cuadruplica el consumo de Francia con 1,4 l/habitante y año, confirman el muy bajo niveles de consumo de ABV respecto a sus análogos de origen animal y en consecuencia el alto potencial de desarrollo de alternativas llamadas a satisfacer la necesidad creciente.
Las diferentes fuentes a las que acudir para obtener información sobre tentativas de futuro para el consumo de ABV ofrecen valores altamente variables pero todos muestran el denominador común de muy altas tasas compuestas de crecimiento anual. Así, UBS Evidence Lab, resultado de la encuesta a más de 3.000 consumidores, 50 restaurantes, 20 científicos/expertos y la revisión de más de 20 millones de interacciones en las redes sociales, pronostica que el mercado mundial de ABV alcanzará para 2025 50.000 millones US$, que equivale a una penetración del 2.5% del volumen total de consumo de carne desde menos del 1% actual, y supone una tasa compuesta anual de crecimiento del mercado de + 30%.
En el mismo sentido Market and Market pronostica que el mercado mundial alcance 27.900 US $ en el próximo quinquenio a 2025 desde los 12.100 US $ actuales a una tasa compuesta de crecimiento anual de mercado de +23%, esperando el mayor crecimiento en Europa. Para las bebidas vegetales la perspectiva de crecimiento es que alcance crecimientos sostenidos de 14% de tasa compuesta anual. No podemos perder de vista, al leer las anteriores cifras que se refieren al mercado de consumo alimentario en el que las magnitudes de evolución global se miden en términos porcentuales de un dígito generalmente muy bajo cuando no nulo o negativo,
¿Serán capaces los consumidores, de las diferentes regiones -con diferentes rentas, hábitos de consumo, cultura etc.- de mover la aguja hacia la obtención de alimentos de base vegetal para el consumo humano directo? ¿Seremos capaces de mitigar el impacto ambiental de la producción convencional de los alimentos de origen animal, en el marco de la consecución de los objetivos del clima y la sostenibilidad de la alimentación de la creciente población mundial? Sólo la decidida actuación coordinada por parte de todos los agentes involucrados, científicos, tecnólogos, empresarios, inversores, formadores de opinión, políticos y gobernantes propiciando el marco adecuado permitirá el impulso que dé la respuesta a lo que la sociedad está demandando.
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