Encantado de Comerte es una plataforma digital en la que, mediante una app, los usuarios pueden comprar a precios reducidos (mínimo 50%) alimentos que los establecimientos de hostelería o tiendas de alimentación de proximidad no han conseguido vender antes del fin de su vida útil. Hasta aquí un modelo ya conocido de aplicaciones para evitar el desperdicio alimentario o food waste. Recordemos que el 30% de los alimentos producidos en el mundo, acaba en la basura.
Pero lo que hace a Encantado de Comerte algo diferente es que a su propósito ambiental se une una vertiente social. Y es que Encantado de Comerte es también una herramienta de acceso gratuito a la alimentación, y en comercios de proximidad, para familias vulnerables, de una forma cómoda, anónima y evitando la estigmatización que supone acudir a centros de ayuda. Esta modalidad se desarrolla a través de acuerdos con ONGs e instituciones sociales como Caritas o CEAR, entre otras, que se encargan de identificar las familias necesitadas. De esta forma, Encantado de Comerte aborda un doble reto: el desperdicio alimentario y la malnutrición en familias vulnerables. Además, se convierte en un vehículo para organizaciones y empresas que quieran canalizar a través de ella sus esfuerzos de impacto social.
Actualmente Encantado de Comerte ha abierto una ronda de inversión por valor de 120-150.000 euros a través de La Bolsa Social, plataforma de financiación participativa para proyectos con impacto.
Charlamos con Gabriel Ramas, CEO de Encantado de Comerte
¿Cómo nace Encantado de Comerte?
Por una parte, la semilla de la idea nace en Zaragoza, de la mano de cuatro cofundadores. Y por otro, yo había estado involucrado en algunos proyectos de emprendimiento relacionados con la alimentación. En 2018 decidimos unir esfuerzos y darle el impulso definitivo al proyecto. Inicialmente con un primer piloto que nos permitió obtener nuestras primeras métricas. En abril de este año, ya fue el lanzamiento de la app completamente operativa.
Salvar comida está muy bien, pero queríamos ir más allá, que esa comida llegara a las familias que más lo necesitan.
¿En qué situación os encontráis ahora, en un momento no precisamente fácil?
Se trata de una plataforma B2B2C en la que es necesario un doble esfuerzo de captación de comercios que hagan la oferta atractiva, y de usuarios. Actualmente contamos con una red de 150 comercios colaboradores en Madrid, Zaragoza, Logroño y Santiago de Compostela. Nuestro objetivo es llegar a 400 a final de año.
Estáis en ronda con La Bolsa Social. ¿Cuánto capital queréis obtener y con que fin?
Lo bueno es que nuestra aplicación ya es completamente funcional y escalable. En ella hemos volcado todo el conocimiento de seis meses de trabajo previo con el MVP. Es decir, por equipo, tecnología y conocimiento, estamos preparados para escalar sin límites. Por lo que ahora lo que necesitamos es capital para crecer en oferta y en clientes. Necesitamos invertir en fuerza comercial y en marketing de captación.
Encantado de comerte fue uno de los tres proyectos (entre 100) seleccionados por La Bolsa Social, en una iniciativa especial para hacer frente a los efectos del Covid-19. (Una ronda que además ofrece condiciones especiales a los inversores interesados) Háblanos de ese componente social.
Esa es nuestra salsa especial. Porque consideramos que salvar comida es en sí mismo un fin estupendo. Pero nosotros queríamos ir más allá. Queríamos que esa comida llegara a las familias que más lo necesitan. Una situación que, desgraciadamente, la pandemia no ha hecho sino agravar.
Por equipo, tecnología y conocimiento, estamos preparados para escalar. Ahora necesitamos capital para crecer en oferta y en clientes.
Para ello, colaboramos con organizaciones sociales y ONGs, que son las que tienen el trato directo con estos beneficiarios. Ellos son los que las identifican y marcan los criterios. Nosotros, facilitamos la tecnología para que estas familias puedan usar nuestra app y acceder a las ofertas sin coste ninguno. Actualmente colaboramos con Cáritas, Comisión de Ayuda al Refugiado, FACU, y otras entidades. Solo en el piloto conseguimos entregar 400 pedidos y ayudar a 20 familias.
¿Qué ventajas crees que aporta este sistema frente a otras formas de ayuda como los comedores, bancos de alimentos o las tarjetas monedero?
En primer lugar, rompemos el factor estigmatizante que tienen algunos de estos métodos tradicionales. Muchas familias no los utilizan por vergüenza. Con nuestra solución, nadie sabe que ese usuario está en una situación de dificultad.
Por otra parte, nos encargamos de todo, resolvemos la parte logística de la entrega de ayuda, que muchas veces es la más complicada. Las organizaciones o los ayuntamientos solo han de hacer el filtro, identificar el grado de vulnerabilidad de las familias, y después, nosotros gestionamos absolutamente todo.
Ofrecemos una solución digital a ONGs y ayuntamientos que no requiere de logística, es escalable, no es estigmatizante, y empodera e incluye a las familias en el uso de tecnología
Y las familias, tienen acceso a una amplia oferta de comercios locales desde tiendas y supermercados hasta restaurantes. Con lo que pueden configurar una oferta nutritiva y ajustada a sus necesidades. Ellos eligen cuándo y cómo obtener los lotes.
Finalmente, y es algo también importante, les incluimos socialmente en el uso de la tecnología, ayudamos a reducir esa brecha y a fomentar el aprendizaje mediante la acción.
Además de las organizaciones sociales y Bolsa Social, contáis con otro tipo de colaboradores.
Nuestro objetivo es crear una red de colaboradores y aliados. Por un lado, en La Bolsa Social, como plataforma de crowd equity, ya hay varios fondos de inversión de impacto que se han comprometido a invertir. En cuanto a organizaciones, además de las citadas tenemos aliados como ASEMPAS, Euroconsumo La Rioja o ECODES. Además, estamos buscando alianzas con compañías a las que podemos ayudar en sus proyectos de RSC. En estos momentos difíciles, hay muchas empresas deseando contribuir, pero no saben cómo o les resulta compleja la operativa. Ahí es donde nosotros podemos ayudar porque ponemos la plataforma, la tecnología y la red de comercios en los que también tiene un impacto positivo. Con lo que cerramos el círculo de impacto positivo: evitar desperdicio, ayudar a familias vulnerables y apoyar el comercio local.