Más de 110 inversores de diverso perfil han asistido al primer Foro de Inversión en Tecnología para la Industria de la Alimentación. El evento, desarrollado simultáneamente en las sedes de IESE en Madrid y Barcelona ha constituido una ocasión única para presentar ocho proyectos tecnológicos españoles o desarrollados en nuestro país ante una audiencia no solo de los mencionados inversores, sino también de representantes de marcas líderes de la industria como Gallina Blanca Star, Campofrio, Heineken, Bimbo, Danone, Areas o Borges.
Los proyectos seleccionados tocan palos tan diferentes como los clubs o cursos de cocina, aplicaciones para una compra “nutri-inteligente”, supermercados online, plataformas de fidelización para restaurantes selectos, gestión de checklists y hasta decodificadores de emociones.
Marius Robles, CEO de Reimagine Food –organizadora junto con IESE del evento- destacaba los retos y oportunidades en el sector de la alimentación a los que la tecnología en todas sus vertientes puede dar –y de hecho está dando- una respuesta: tendencias como el smart dining, o la smart kitchen, la economía colaborativa aplicada a la comida, el negocio del menú o la compra a domicilio, la digitalización del supermercado, etc. Inteligencia predictiva, big data, Internet de las Cosas, wearables, robótica, drones hologramas o nutrigenétia, son las pinceladas tecnológicas con las que se está dibujando este panorama.
Los proyectos presentados se encuentran en fase de crecimiento, y se ha valorado que tengan un modelo innovador y una perspectiva de crecimiento. Para alcanzar ese punto que les permita superar frontera de la consolidación, los equipos llevaban bien afiladas sus presentaciones. No en vano, el objetivo es atraer la atención y sobre todo los fondos, de alguno de los 110 inversores presentes. Las cantidades que requieren oscilan entre los 180.000€ y los 800.000€, que pretenden gastar principalmente en mejorar el producto, consolidar las plantillas y en estrategias de marketing que les permitan ganar la masa crítica de clientes adecuada.
Una red social de chefs, foodies, bloggers y marcas que crean y comparten sus recetas paso a paso. Cualquier persona puede crear una librería digital de recetas social y abierta. En sus credenciales, ser la aplicación de comida y bebida nº1 en descargas en varios países, unos 9.000 chefs y más de 155.000 usuarios registrados, de los cuales 27.000 son activos y más de 11.000 fotorecetas creadas. Lo que en principio puede parecer solo el paraíso de los foodies, esconde detrás un modelo de negocio que explota diversas vertientes: herramienta de marketing para promocionar recetas con determinados producto; market place para comprar los ingredientes que necesitamos; uso de analíticas predictivas y big data sobre una comunidad altamente afín y segmentada; utilización por parte de las marcas como canal de engagement con su público; y, finalmente, producción de contenidos personalizados para las marcas. Una especie de canal de recetas de marca blanca. Calculan llegar al breakeven en 2017 y facturar 13 millones de euros en 2018.
La visión de los responsables de Edamam es que en los próximos 10 años la información sobre comida o salud asociada a ella será prácticamente inmanejable para el usuario. Por ello, su propuesta se basa en lo que denominan La Base de Datos Central de Alimentos y Nutrición a nivel mundial que permite a las compañías de alimentación y de salud proporcionar a sus clientes datos y recomendaciones nutricionales. Su plataforma de tecnología semántica propietaria ofrece datos fiables de nutrición vía API, bien como Data as a Service, mediante licencia de datos o mediante subscripción. Su objetivo es conseguir $800.000 para escalar el negocio.
Se definen como “el super de supers”, ya que esta plataforma de e-commerce distribuye productos de todas las marcas, incluidas las marcas blancas de los supermercados más importantes (Carrefour, Mercadona, El Inglés, Caprabo-Eroski), así como de tiendas de proximidad, producto ecológico y artesano. Además, afirman haber encontrado la piedra filosofal de la compra online: la última milla. “Somos profesionales de la logística de la última milla, y solo trabajamos donde podemos dominar totalmente la entrega. Entregamos nosotros mismos y, además, nuestro repartidor es nuestro mejor comercial, es un prescriptor que se gana la confianza del cliente. Por eso tenemos una recurrencia del 70%.” Actualmente trabajan con unos márgenes del 10% aunque están trabajando para que el volumen les permita llegar al 20%. Esperan una inyección de medio millón de euros que les permita escalar el negocio y ampliar su ámbito de acción, actualmente limitado a algunas zonas urbanas de Cataluña, al centro de la península y Alemania.
Nace como sistema de captación y fidelización de comidas de negocio en restaurantes de nivel medio/alto. Les gusta compararse con el sistema de millas de las aerolíneas, porque su apuesta y su factor diferencial, no es el descuento, sino el incentivo para el uso personal de los puntos generados por los almuerzos de trabajo. Los ingresos proceden fundamentalmente de la facturación a restaurantes, aunque a medio plazo creen que su base de datos de usuarios podrá convertirse también en un activo monetizable. Necesitan entre 12.000 y 13.000 usuarios para conseguir el equilibrio y calculan alcanzarlos en 2015.
Es una plataforma online de cursos de cocina y gastronomía ofrecidos por grandes chefs o autores de renombre mundial. Alternativa a los cursos presenciales y vía de acceso a estrellas de la gastronomía de otro modo al alcance de unos pocos privilegiados. Disponen de cursos de entre 20 y 60€ con los que pueden llegar a una audiencia potencial de 10 millones de usuarios. Actualmente cuentan ya con una amplia base de clientes, de los cuales, el 30% repiten.
Los fundadores de Iristrace se declaran apasionados de la productividad, el control y la calidad. Proceden de diversos sectores, incluido el de la panadería, pero todos ellos tienen algo en común: el control de la gestión y la calidad a través de checklists. Con ramificaciones en España y en Holanda, este afán controlador les llevó a crear una solución completa para generación y gestión de checklists, controles o auditorías. “En muchas empresas, los datos se recogen en papel y es difícil disponer de los datos para análisis e informes.” La solución de Iristrace propone pasar a un modelo de formularios totalmente digitales que ayuda a las empresas a estandarizar sus procesos y mejorar el rendimiento de sus procesos de inspección o de calidad. Su promesa: ahorro de un 20% en tiempos de inspección y de un 80% en tiempo de generación de reportes, informes o documentos. Traducido a dimensiones humanas, y según contaba su CEO, César Mariel, con un ejemplo muy gráfico, en una empresa de instalación de fibra óptica, tras una primera semana de prueba con la aplicación consiguieron ahorrar 4 horas por persona.” La aplicación funciona en modo SaaS o Plataforma as a Service, dependiendo de los requerimientos de seguridad de cada compañía. Para afrontar su segunda estapa, solicitan 300.000€.
Inicialmente, el mercado natural de Emotion Research Lab es el márketing y la política. De lo que se trata es de interpretar las emociones reales de las personas mediante el reconocimiento facial para anticipar sus decisiones. Conocer y cuantificar de forma precisa sus respuestas emocionales ante distintos estímulos (marketing, producto, naming, logo, personas, propuestas políticas… ) para entender qué impulsa la decisión del consumidor/ciudadano/votante. Lógicamente limitado al mundo de la investigación de mercado, lo que pretende Emotion Research Lab es llegar donde la investigación tradicional no alcanza, y utilizar estas técnicas para afinar los lanzamientos en su fase de preparación y reducir los costes de producción (25%) y las tasas de fracaso (30%). Como el algodón, que no engaña, el reconocimiento facial evita el 100% del efecto cortesía y es capaz de medir la empatía, la diversión, la credibilidad, etc. Actualmente cuentan ya con más de 20 clientes, como TNS, Deloite o Ipsos. Para seguir avanzando les gustaría obtener entre 250.000 y 350.000€.
Se trata de una comunidad de usuarios “activistas” con ganas de hacer tareas. A través de la app móvil de Beeplay, sus usuarios son capaces de realizar pequeñas tareas geolocalizadas en el punto de venta para otras empresas. Estas tareas tratan básicamente sobre stor checks, mystery shopping y reviews verificadas. A cambio de realizar estas tareas el usuario cobra una compensación económica y la empresa recibe información verificada y en tiempo real de sus propios puntos de venta.
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