AgFunder, la firma de inversión especializada en innovación relacionada con el sector agrícola y AgTech, ha hecho público su Informe Anual de Inversión de 2015, que destaca como un año en el que se han superado las previsiones que la propia firma había marcado en su informe semestral. En el último año, 499 compañías han captado $4.600 millones de inversión en un total de 526 rondas de financiación, procedentes de 672 inversores, una cifra que dobla la actividad de 2014 ($2.360 millones).
Aunque e-commerce sigue siendo el subsector que más movimiento genera, con $1.650 millones, el resto de sectores han conseguido captar más de $2.900 millones, sobrepasando con creces las cifras del año anterior de operaciones no ligadas al e-commerce de $1.900 millones. ¿Y a dónde han ido entonces esos 2.900 millones? Parece que la diversidad es lo que marca la pauta, aunque ha habido tres categorías que se han destacado con los deals mas importantes: proteínas sostenibles (Impossible Foods $100m), drones y robótica (DJI $75m), y tecnología para la toma de decisiones (Planet Labs, $125m).
Los responsables de AgFunder señalan cinco temas clave en relación a la inversión en AgTech durante el último año, y que probablemente marquen la tendencia de los próximos meses.
Los llamativos datos, superando las expectativas despiertan rápidamente ese pensamiento. Sin embargo, de los datos de AgFunder se deduce rápidamente que hay un segmento que no solo acapara gran parte de la inversión y los movimientos, sino que, además, se encuentra en un estado de madurez diferente al resto: food e-commerce. La mayoría de los observadores lo califican de “sobre-calentado”, aunque ninguno se atreve a matarlo del todo, especialmente porque el dinero parece que sigue fluyendo. Si dejamos aparte este segmento, el resto de subsectores parece que todavía no alcanza la misma alegría inversora que otros entornos tecnológicos mainistream, como puede ser healthcare. Tampoco estaría equilibrada la relación con el peso del sector agrícola en el PIB global. Esto señala un área de actividad con amplio recorrido en el horizonte, según AgFunder.
Los drones y la robótica tienen un enorme potencial para mejorar los márgenes operativos. Un crecimiento de la inversión en un 237% ($389 millones) refleja el interés y la confianza en este tipo de tecnologías. Sin embargo, todavía han de responder a algunas dudas o retos para consolidar esa apuesta. Por ejemplo, el tiempo que se tarda en analizar y procesar toda la información e imágenes que generan, el personal especializado requerido para ello o la necesidad de mejorar las soluciones tecnológicas que manejan estos aparatos. Algunos inversores les preocupa, además, que las compañías de robótica son excesivamente intensivas en capital, en comparación con las de software, cuando sus creaciones son más fáciles de copiar y más difíciles de distribuir. Nada que no sea aplicable a cualquier sector tecnológico. Sin embargo, los analistas de AgFounder consideran que precisamente el interés de las grandes corporaciones tecnológicas en el sector agrícola – Yamaha, Intel, Verizon– puede atraer más financiación en 2016.
Las compañías que se dedican a fabricar productos bio-tecnológicos como bio-pesticidas, bio-fertilizantes o mejorantes de terreno se han llevado la palma de la financiación en 2015, un 71% de los $168 millones invertidos en el periodo. Atrás han quedado este año las compañías de genética. Este crecimiento coincide con el mayor enfásis por parte de empresarios, agricultores y consumidores en la necesidad de mejorar la salud de los terrenos en aras de unas prácticas agrícolas más sostenibles que reduzcan el uso de productos químicos.
AgFunder define la agricultura de precisión como aquella que pretende aportar eficiencias a la explotación agraria –ya sea mediante productos, tiempo o trabajo. Generalmente, se incluyen en este paraguas, categorías como tecnologías para la toma de decisones, riego inteligente, drones y robótica y equipamiento inteligente. Actualmente, es una de las áreas de mayor impulso con una inversión de $661 millones en 2015.
En 2014, el 90% de la inversión reportada en AgTech se concentraba en EEUU. En 2015, esa cifra ha pasado al 58%. El dato demuestra, no solo el aumento de actividad en otros países, sino también la globalización de los mercados de inversión. Israel ha destacado especialmente con $550 millones, junto con otras regiones como China o India. Aunque la mayor parte de la inversión en estas zonas correspondió a operaciones de e-commerce, ambos países son líderes en las categorías de riego y drones. La urgente necesidad de innovación en los sectores agrícolas de ambos países les posiciona como importantes centros de AgTech en los próximos años.
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